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DONOSTIA

Neguri, Yugoslavia y violencia machista se entrelazan en la novela de Javier Sagastiberri

Javier Sagastiberri ha publicado, de la mano de Erein, su sexta novela, ‘‘Muerte en la ría’’. Partiendo de la geografía e idiosincrasia de Bilbo, la trama lleva a la clase alta de Neguri y a una banda yugoslava, tras la aparición del cadáver de una abogada especializada en violencias machistas.

Javier Sagastiberri, con su nueva novela entre las manos.
Javier Sagastiberri, con su nueva novela entre las manos. (EREIN)

Una mañana de invierno, en la ría bilbaina, aparece el cuerpo de una mujer con signos evidentes de haber sido torturada. El cadáver corresponde a Sofía Alabaster, abogada de un bufete especializado en casos de violencia machista e hija de un conocido penalista bilbaino. Nuevos crímenes, trata... Así se resume ‘‘Muerte en la ría’’, la última obra de Javier Sagastiberri, publicada con Erein y presentada este miércoles en la Biblioteca Municipal de Donostia.

La editorial destaca que Sagastiberri, en su sexto trabajo, «vuelve a sumergirnos en la geografía e idiosincrasia bilbaína, que tan bien conoce, tratando temas de vigente actualidad, con una trama ágil e impecablemente resuelta».

«Es un terreno que conozco bien. De hecho, la gabarra pasó por el lugar donde aparece el cadáver de Sofía Alabaster», contó el escritor, nacido en Hernani pero que cuenta ya con cuatro décadas vividas en Bizkaia.

El autor es licenciado en Ciencias Económicas por la UPV y en Filología Hispánica por la UNED. Desde 1987 trabaja para la Hacienda Foral de Bizkaia. Ha actuado siempre en el ámbito de la Inspección, primeramente como Subinspector de Hacienda y desde hace diez años como Inspector de Finanzas y, en su faceta de escritor, este es el sexto trabajo que publica desde 2016: ‘‘El asesino de reinas’’, ‘‘Muerte en el Carlton’’, ‘‘Perversidad’’, ‘‘Un dios ciego’’ y ‘‘Una tumba sin nombre’’.

PERSPECTIVA DE GÉNERO

«El libro tiene una fuerte carga de perspectiva de género, además de reflejar la trata, con el telón de fondo de la guerra de Yugoslavia», avanzó José Agustín Iturri, de la editorial, que ha acompañó al autor en la presentación, antes de dar la palabra a Sagastiberri.

«Escribí ‘‘Muerte en el Carlton’’. En mi faceta de inspector, he trabajado con La Ertzaintza y casi siempre he trabajado con mujeres. Aquella serie se agotó y decidí escribir una nueva serie. La primera novela salió bien y decidí que podía desarrollarse más», explicó. La idea surgió de un suceso real. «Apareció el cadaver de una mujer transexual en Portugalete y aquello me dio la idea, desarrollé la idea de que fuese una abogada brillante que lleva casos de violencia machista, maltrato, prostitución. Decidí que fuesen mujeres porque iban a empatizar más que si los agentes fuesen hombres», apostilló.

A lo largo del trabajo se mezclan distintos casos que van sacando a la luz dos abogadas. Una de clase alta y otra de familia obrera. Una de ellas de Neguri, «que tiene que romper con su mundo para ser feminista y de izquierdas». La localización, explicó, no es casual. «Neguri ha sido un centro empresarial con mucha fuerza y es un punto referencial para el escritor. Gerald tenía Beverly Hills, nosotros teníamos Neguri. Ha perdido, pero es lo más potente que tenemos desde el punto de vista ecónomico. Si quieres hablar de corromper a la administración, tienes que hablar de Neguri», señaló, citando su trabajo como inspector de Hacienda como fuente de conocimiento.

UNA BANDA YUGOSLAVA

A pesar de que la novela transcurre por enclaves históricos de la capital vizcaina, la trama también traslada al lector hasta la antigua Yugoslavia. «El policía que aparece habla de tres grandes lugares de trata: Nigeria, Latinoamérica y el este de Europa». Aquí también, el escritor explicó que durante sus años como inspector de Hacienda ha realizado inspecciones en centros donde se ejercía la prostitución y ha intercambiado información con la Ertzaintza, ahora plasmada en el libro.

«Yugoslavia siempre me ha parecido muy bonito desde el punto de vista histórico. Una región pequeña que se ha destruido como país, como población. Me pareció interesante contar un poco de eso», asumió Sagastiberri, que quiso traer alguna de esas historias bélicas personales a su nuevo trabajo: «Cada vez que hay una guerra de estas hay gente que triunfa porque es bueno en eso. Cuando acaba la guerra se quedan sin trabajo y tienen que buscar algo». En este caso, la trata. «Traigo a los Tigres de Arkan y que se dijo que mataron y se comieron a un miembro. Creé la Banda del Coronel para traer una banda interesante a Bilbo».

De este modo, su experiencia laboral le ha ayudado en la redacción de sus novelas, aunque «por fortuna» no ha tenido que presenciar ningún crimen.