Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
RABOS: EL MUSICAL

Sin faldas y a lo loco

Se trata de la adaptación del musical de Broadway original que Aaron Jackson y Josh Sharp crearon bajo el título de “Fucking Identical Twins”.

En “Rabos: El musical”, nos adentramos en una comedia negra obscena que busca provocar y desafiar las sensibilidades del espectador a través de un golpe directo a su mandibula moral. La historia sigue a dos hermanos gemelos separados al nacer que se reencuentran y deciden reunir a sus padres divorciados para crear una familia funcional. En esta marciana y queer revisión de “Tú a Londres y yo a California”, la trama se ve lastrada por un humor de calibre grueso repetitivo y un guion superficial que lucha por desarrollar personajes más allá de su grotesca apariencia. Aunque la película busca la saludable carcajada fácil y la provocación, su falta de profundidad y desarrollo narrativo la deja cojeando en diferentes tramos de su metraje.

DECLIVE GRADUAL

La constante búsqueda de lo ridículo y lo absurdo termina por fatigar al espectador, que se ve abrumado por la excesiva extravagancia de la película. Se esfuerza por desafiar las convenciones y ridiculizar su entorno de manera caótica y demencial, lo que en ocasiones resulta entretenido y fresco. Sin embargo, el abuso de números musicales que, tras resultar sorprendentes en su inicio, terminan por convertirse en un simple relleno y un humor que cae en lo burdo en reiteradas ocasiones, hacen que la película se desgaste rápidamente, perdiendo su atractivo arranque.

Aunque la película tiene sus momentos, en general, su declive gradual la deja sintiéndose vacía y poco interesante más allá de su envoltorio excéntrico. Recordemos que detrás de este proyecto se encuentra la compañía A24, todo un referente del cine actual. Un modelo de industria cinematográfica que nunca elude el riesgo.