El Ararteko media para resolver sin juicio un expediente por racismo
La oficina del Ararteko informó de la resolución de una denuncia por racismo en un local de ocio nocturno de Gasteiz, en el que las partes se reunieron en un «círculo restaurativo» para exponer sus puntos de vista y alcanzar una serie de compromisos.

Ararteko dio ayer a conocer su intervención como mediador en la resolución de un expediente por racismo sin intervención de los tribunales. Los hechos se remontan a septiembre del año pasado, cuando la asociación Zehar-Errefuxiatuekin denunció un episodio de racismo en un local de ocio nocturno de Gasteiz, en el que, según su relato, denegaron la entrada a tres chicos de origen senegalés.
En aquel momento, apunta la nota remitida desde la oficina del Ararteko, los jóvenes «realizaron un intento de denuncia formal ante la Ertzaintza, que no dio lugar, al parecer, a la apertura de atestado o investigación alguna».
Ante ello, Zehar-Errefuxiatuekin informó de lo sucedido a la red Eraberean, iniciativa impulsada por el Gobierno de Lakua para promover la igualdad de trato y la no discriminación, cuya comisión jurídica acordó formular una denuncia y personarse en el procedimiento judicial ante un posible caso de discriminación.
Además, en coordinación con la ONG Accem, se organizaron protestas contra el establecimiento, así como la puesta en marcha de la iniciativa vecinal ‘‘Derechos sin reservas’’de denuncia y apoyo.
En respuesta, el propietario del local se puso en contacto con el Ayuntamiento de Gasteiz y solicitó el amparo del servicio de Igualdad y del servicio para la Convivencia y la Diversidad. Asimismo, amenazó con interponer una denuncia por difamación e injurias.
Ante esta situación, una representante de Eraberean entró en contacto con el propietario y acordó acudir a una «estrategia restaurativa», para lo cual presentó una solicitud ante la oficina del Ararteko para que valorase la posibilidad de intervenir y facilitar algún tipo de diálogo.
EMPATÍA Y CONFIANZA
Ararteko aceptó intervenir y propuso a las partes afectadas la realización de un «círculo restaurativo», que consiste en «generar un espacio seguro de empatía, escucha activa y confianza entre todos los intervinientes y, especialmente, para las personas que se han sentido perjudicadas.
Fruto de ese trabajo, las partes se citaron en la sede del Ararteko, donde tanto las personas afectadas por el episodio discriminatorio como el resto de agentes «pudieron hablar sin restricciones y llegar a acuerdos para que situaciones como ésta no vuelvan a suceder en el futuro».
Al finalizar, las partes suscribieron un documento con sus compromisos, mostrando su rechazo a los posibles actos de racismo en locales de ocio.
Desde la parte empresarial se comprometieron tanto a una «mayor vigilancia y control por parte a los empleados y personal de seguridad» como a «dar órdenes concretas de no actuar de forma racista». El empresario y su acompañante también pidieron «disculpas sinceras a las personas perjudicadas por todo lo sufrido esa noche».
Desde la otra parte se comprometieron a «interesarse por las diferentes versiones sobre los hechos con carácter previo a llevar a cabo alguna actuación de protesta o denuncia, y preguntar e ir a hablar con el dueño del establecimiento previamente». Asimismo, la pareja de una de los afectados pidió disculpas por las consecuencias que la campaña ha tenido en el establecimiento y en su personal.

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