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BUTLER

Trump y Biden apelan a la «unidad y la fortaleza» de EEUU tras el atentado

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump pidió a los estadounidenses mantenerse «unidos y fuertes» tras el atentado que sufrió el sábado en un mitin en Pensilvania. El presidente y rival electoral, Joe Biden, coincidió en el mensaje de «unidad» y pidió no especular con los motivos del atacante, al que mató el Servicio Secreto, que aún se investigaban.

Donald Trump alza el puño mientras el Servicio Secreto lo protege, tras resultar herido en el mitin de Butler.
Donald Trump alza el puño mientras el Servicio Secreto lo protege, tras resultar herido en el mitin de Butler. (Rebeca DROKE | AFP)

«En este momento, es más importante que nunca que nos mantengamos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, manteniéndonos fuertes y decididos y no permitiendo que el mal gane», afirmó el expresidente de EEUU Donald Trump en un mensaje publicado tras sobrevivir al atentado del que fue objeto durante un mitin en Pensilvania.

«Solo Dios ha impedido que ocurriera lo impensable», afirmó Trump a través de su red social, Truth Social, donde agradeció las muestras de apoyo recibidas y dedicó palabras de condolencia al fallecido y los heridos en el atentado.

«Nada hay que temer, y seguiremos firmes en nuestra fe y desafiantes ante el rostro de la maldad», añadió.

El expresidente confirmó que acudirá a la Convención Nacional del Partido Republicano que comienza hoy en Milwaukee (Wisconsin), donde verá definitivamente ratificada su nominación como candidato a la Casa Blanca.

Su reacción refuerza las imágenes con el puño en alto, la cara ensangrentada y gritando «luchen» tras ser alcanzado por uno de los disparos, que se convirtieron de manera instantánea en un momento histórico.

Los fotoperiodistas presentes en el mitin de Butler (Pensilvania) capturaron los detalles en los que una bala disparada por un joven desde un tejado próximo al escenario en el que hablaba Trump alcanzó de forma leve su oreja derecha.

El sonido de varios traqueteos provocados por los disparos interrumpió el discurso de Trump, que se llevó la mano a la cara al notar el impacto. Tras ser empujado al suelo por los agentes del Servicio Secreto, el candidato republicano tomó una rápida decisión. Se levantó rodeado por varios agentes, preguntó por su zapato y nada más ponerse en pie les instruyó: «esperad».

En ese momento Trump se abrió un espacio entre los agentes, alzó el puño derecho y gritó varias veces «Fight!»: («luchen, luchen»). Expuesto, siguió encarando al público con el puño en alto hasta que bajó del escenario y entró en un vehículo blindado que lo esperaba en un lateral. Los francotiradores del Servicio Secreto ya habían matado a tiros al atacante, que se encontraba en un tejado de un edificio de oficinas cercano de una sola planta.

Con la cara con sangre en el lado derecho, despeinado y ligeramente descompuesto por el caos del momento, con la bandera estadounidense al fondo, Trump creó así una imagen que está siendo difundida por sus simpatizantes en todos los foros. La audiencia pasó de estar en el suelo entre gritos y caos a corear en pie las siglas «USA» y en algunos momentos a mostrarse agresiva con la prensa.

EL ATACANTE

FBI identificó al tirador como un hombre blanco originario de Pensilvania, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, e investigaba sus motivaciones y si contaba con algún cómplice. Usó un fusil tipo AR-15 y disparó ocho tiros antes de ser abatido. Además de herir a Trump, mató a un asistente al mitin y dejó otros dos heridos de gravedad en el público.

El fusil de asalto semiautomático con el que disparó fue comprado por su padre de manera legal, y fuentes de seguridad confirmaron que tenía material explosivo tanto en su domicilio como en su vehículo particular.

Los registros de votantes estatales muestran que era un republicano registrado y las próximas elecciones del 5 de noviembre habrían sido la primera vez que hubiera tenido edad suficiente para votar . Sin embargo, cuando tenía 17 años hizo una donación de 15 dólares a ActBlue, un comité de acción política que recauda dinero para políticos demócratas.

Los primeros datos sobre el atacante y la trayectoria y personalidad del propio Trump dieron pie a multitud de teorías conspirativas. Aunque Crooks no era muy activo en redes sociales, empezaron a aparecer algunos posts que colgó, como un video donde dice: «Me llamo Thomas Mathiew Crooks, odio a los republicanos, odio a Trump, y adivinad qué: Tenéis al tipo equivocado».

La esposa del expresidente, Melania Trump, lo calificó como «un monstruo, que (...) intentó apagar la pasión de Donald, su risa, su inventiva, su amor por la música y su brío».

BIDEN PIDE UNIDAD

Por su parte, el presidente, Joe Biden, celebró que su adversario se encuentre en buen estado tras el ataque y aseguró que «no hay lugar para la violencia» en EEUU. Además agradeció al Servicio Secreto «por ponerlo a salvo» y llamó a todos los estadounidenses a que se unan «como una nación» para condenar la agresión.

Biden también ordenó una investigación independiente sobre el dispositivo de seguridad existente durante el atentado.

En unas declaraciones previas a una intervención más amplia, pidió a los estadounidenses que no hagan especulaciones sobre las motivaciones y filiación del atacante. «La investigación está en los estadios iniciales. No tenemos ninguna información sobre los motivos del tirador», indicó el mandatario, que prometió todos los recursos necesarios para la investigación.

MILEI Y NETANYAHU APROVECHAN

Además de varios senadores republicanos, el expresidente demócrata Barack Obama reiteró la idea de que «no hay absolutamente ningún lugar para la violencia política» en EEUU. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, pidió a «todas las partes» que «bajen la temperatura» de su retórica política para evitar que el atentado, que definió como «un acto de violencia política», se convierta en el detonante de una ola de violencia. «No podemos seguir así como sociedad», reconoció Johnson.

Autoridades y dirigentes de todo el mundo expresaron también su condena por el atentado. «China está preocupada por el tiroteo que afectó al expresidente Trump. El presidente Xi Jinping ya ha expresado su simpatía a Trump», indicó la Cancillería china.

El Kremlin añadió a la condena su opinión de que «estaba claro» que su vida corría peligro después de los numeroso intentos «de eliminarlo e la arena política, y estimó que si bien no creen que la Administración Biden haya organizado el atentado, sí ha creado la «atmósfera» de confrontación necesaria para que se produjera.

Previamente Moscú sugirió que Estados Unidos debería utilizar el dinero que envía a Ucrania para reforzar su seguridad interna ya que estos incidentes se han convertido en «una tradición» en el país. La mayoría de dirigentes mundiales coincidieron en remarcar que la violencia es «inaceptable» en democracia, pero el presidente de Argentina, Javier Milei, aprovechó para culpar a la «desesperación de la izquierda internacional» del atentado, ya que su interés por «imponer su agenda retrógrada y autoritaria» le lleva a recurrir al «terrorismo».

Al igual que Milei, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aprovechó para denunciar las que considera amenazas contra él, su familia y otros ministros, estimando que las masivas protestas que exigen su renuncia constituyen «un daño a la democracia».



Cuatro presidentes muertos y tres heridos

Donald Trump se suma a la lista de los presidentes del EEUU que han sido heridos, con Theodore Roosevelt y Ronald Reagan. Hay otros cuatro presidentes muertos en atentado. La noche del 14 de abril de 1865, el 16º presidente de EEUU, Abraham Lincoln, asistió con su esposa a una representación en el teatro Ford. Cuando se sentó en el palco, John Wilkes Booth, simpatizante del Sur, apareció por detrás y disparó un único tiro tas lo cual gritó («Así siempre a los tiranos»).

James Abram Garfield, 20º presidente, tuvo la segunda presidencia más corta en la historia del país. El 2 de julio de 1881, en la estación de tren de Washington, un buscador de cargos y prebendas desengañado por la firmeza de Garfield disparó contra el presidente dos balas que no llegaron a herir ningún órgano vital, pero la negligencia médica hizo que falleciera semanas después.

Cuando William McKinley, 25º presidente, y su esposa acudieron el 5 de setiembre de 1901 a la Exposición Panamericana en Búfalo y saludaba a las personas congregadas, entre ellas los esperaba el anarquista Leon Czolgosz con un revólver tapado por un pañuelo. El presidente recibió dos disparos y murió ocho días después.

John Fitzgerald Kennedy recibió varios impactos de bala en Dallas el 22 de noviembre de 1963, durante su gira por Texas. Por este crimen fue arrestado Lee Harvey Oswald, pero al morir a su vez en atentado dos días después, no pudieron someterlo a juicio. El Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos estimó en 1979 que pudo existir una conspiración.

Theodore Roosevelt recibió el 14 de octubre de 1912 un disparo a dos metros de distancia en un evento de campaña en Milwaukee, Wisconsin, por un tabernero delirante. La bala fue frenada por el estuche de sus gafas y una copia del discurso que llevaba en su chaqueta. El 30 de marzo de 1981, 70 días después de que asumiera la presidencia, Ronald Reagan recibió el impacto una bala rebotada que le produjo una leve herida superficial. GARA