El Juzgado de lo Mercantil de Gasteiz ha declarado improcedente el ERE de extinción de la totalidad de la plantilla de Glavista, empresa ubicada en Laudio conocida anteriormente como Autoglas, al «no haber sido acreditada la concurrencia de causa económica en todas las empresas que conforman el perímetro del empresario real», según indicó ayer ELA. «Es decir, que la causa económica para aplicar un ERE en Glavista no está justificada puesto que, entre otras cuestiones, las empresas del Grupo Guardian y Grupo Parter no han presentado la documentación requerida», señaló.

En 2020, y sin previo aviso, el estadounidense Grupo Guardian Glass vendió al fondo de inversión suizo Parter Capital su división de parabrisas para automóvil, que pasó a llamarse Glavista. Solo pasaron dos años hasta que, a finales de 2022, la empresa empezó a tener dificultades económicas y en enero de 2023 la dirección comunicó a la plantilla que iba a comenzar un preconcurso de acreedores.

ELA ya denunció en su momento que aquella venta de 2020 fue «fraudulenta, con la única intención de acabar deshaciéndose de los trabajadores sin asumir responsabilidades utilizando al fondo de inversión Parter Capital». Y es que cuando en 2020 Guardian vendió la empresa a Parter Capital, no le vendió los terrenos sobre los que se asentaba. Además, este fondo suizo ya tiene varias condenas en el Estado francés por quebrar dos empresas, y ha sido investigado por la Audiencia Nacional española debido a las múltiples irregularidades en el caso Alu Ibérica (antigua Alcoa), en un repentino proceso de venta.

El sindicato también denunció que Guardian era la que había mantenido durante dos años a la empresa Glavista, no cobrándole durante meses el alquiler y la energía, y siendo el acreedor principal con más de 7 millones de euros de deuda.

El juez asegura ahora que «existe una situación empresa-grupo y grupo patológico laboral en y entre Grupo Guardian y Glavista que deviene de la existencia de responsabilidad solidaria con las personas trabajadoras». ELA considera, así, que el juez entiende que Glavista es parte de un grupo empresarial y, en consecuencia, la responsabilidad de la situación de Glavista también recae en esas empresas. «Decisión esta última que deberá concretar el TSJPV», precisa.

Así, ELA señala que el juzgado comparte lo que ha denunciado hasta ahora: «Que todo era una operación orquestada desde Guardian, y que han sido los verdaderos responsables y culpables de la situación de inactividad que se ha dado en Autoglas-Glavista».