Mariona BORRULL
TEMPLOS CINEFILOS MOSTRA DE VENECIA

El musical «Joker: Folie À Deux» convence

Lady Gaga y JOaquin Phoenix, ayer en Venecia.
Lady Gaga y JOaquin Phoenix, ayer en Venecia. (Alberto Terenghi | EUROPA PRESS)

Ganó el León de Oro, el Oscar a Mejor Música y Actor para Joaquin Phoenix, y recaudó más de un billón de dólares en taquilla. Cinco años después, el Festival de Venecia ha acogido de brazos abiertos una secuela de “Joker” que busca el éxito rechazando la fórmula, ahora con Phoenix acompañado de Lady Gaga en el papel de Harley Quinn.

Todd Phillips (“Resacón en Las Vegas”) ha confesado estar «más nervioso» que cuando presentó la primera. Eran otros tiempos, aún se hacían películas de superhéroes y aún no había estallado el alud de críticas que tildaban “Joker” de promover la cultura incel. Ayer Phillips declaraba que la presión se ha vuelto insostenible: »Lo más difícil es trabajar con tantos ojos pegados al cogote. Internet estaba lleno de teorías especulativas incluso cuando aún estábamos escribiendo el guion».

El guionista Scott Silver y él decidieron apostar por un cambio extremo. “Joker 2”, ahora bajo el excéntrico subtítulo “Folie À Deux”, sería un musical. En efecto, toda la película está intercalada por números cantados y bailados, y cuenta con temas de pleno lucimiento para Lady Gaga, quien se resiste a llamarlo musical, porque «la música sólo ayuda a explicar lo que las palabras no pueden». Una tercera parte queda descartada, afirma el director: «La historia de Arthur Fleck / Joker ya se ha contado. No puedo jurarlo, pero no busco quedarme más en este universo».

«Joaquin [Phoenix] no haría una secuela cualquiera», explicaba Phillips. Esta era la primera aparición pública del actor después de enterrar la nueva película de Todd Haynes, un romance gay que él mismo escribió e iba a protagonizar, sólo para abandonarlo a pocos días del inicio del rodaje. Phoenix ha esquivado con educación las preguntas que se le han formulado al respecto. Sí ha hablado de la increíble pérdida de peso a la que se ha sometido para preparar el personaje: «Tengo 49 años, no debería hacerlo de nuevo. Seguramente sea la última vez». Es comprensible, teniendo en cuenta la capacidad física bárbara que el actor exprime en pantalla.

OPULENCIA, BARATIJAS Y ESPERANZA

La secuela abarca todo el juicio a Arthur Fleck/Joker, desde que conoce a Lee Quinzel entre los pasillos de Arkham hasta el veredicto que decidirá por su libertad o por la silla eléctrica, abrazando todas las idas y venidas caóticas de la pareja de amantes. La gran pregunta que movilizará el relato -si vive alguien redimible tras las capas de maquillaje- se traduce de forma algo esquemática en una puesta en escena subjetiva, entre un oscurantismo expresionista algo arrogante y los colores del musical clásico y el mundo cartoon.

El guion de Phillips sigue en la línea ambivalente entre una imagen desdibujada de “el pueblo” como masa caótica y furibunda, aunque reitere en la humanidad de alguno de sus secundarios y la brutalidad del sistema policial. La gran sorpresa, ahora sí, viene del final que la película depara para el payaso: eso es humanismo valiente, y nada más.