Tras hacerlo en Ourém y Villablino, Kaden Groves sumó su tercer triunfo parcial en esta edición de la Vuelta, el séptimo de su palmarés en la ronda ibérica. Lo hizo en la meta de Santander, con un final lluvioso y un firme resbaladizo y peligroso. Igualó así el número de victorias parciales en la presente carrera de Wout van Aert (Visma), su gran rival al sprint.

Sin la oposición del flamenco, el triunfo de Groves fue relativamente sencillo en lo que se refiere al arreón final, pero no durante el resto de la jornada, pues su equipo trabajó a destajo, junto a Kern Pharma -no encontró el premio la escuadra navarra en la apuesta de Pau Miquel- para echar abajo una escapada que solo fue abortada a 2,7 kilómetros de la llegada y de la que formó parte Xabier Isasa (Euskaltel).

«Cuando ha empezado a llover, hemos pensado que podíamos llegar, pero luego el pelotón se ha lanzado mucho. Como el resto, estoy mal de piernas, en los Lagos gasté mucho, pero creo que lo estoy haciendo bien para ser mi primera Vuelta», aseguró el de Urretxu. En dicha aventura tuvo la compañía de Jonas Gregaard (Lotto), Thibault Guernalec (Arkea) y Thomas Champion (Cofidis), quien parecía el más fuerte de la fuga, pero al que le pasó factura la fatiga cuando todavía disponían de un minuto de ventaja sobre el gran grupo.

La jornada pasada por agua, la dureza inesperada de los dos puertos de segunda -los altos de La Estranguada y El Caracol- y un tramo final con algunos repechos de consideración posibilitaron que el desenlace de la etapa se haya mantenido en el aire.

Isasa, que sufrió en la primera ascensión pero luego se recuperó, y compañía dispusieron de hasta casi cinco minutos de ventaja, pero los equipos con sprinters aceleraron la marcha en los últimos kilómetros, si bien su cálculo a punto estuvo de irse al garete.

No solo porque jugaron con fuego con la fuga del día, sino también porque, una vez abortada esta, tuvieron que anular otro ataque, esta vez de un dúo del que formaron parte Mauro Schmid (Jayco) y Victor Campenaerts (Lotto).

O‘CONNOR, SANCIONADO

Ninguno de los principales favoritos sufrió percances, por lo que la clasificación general sigue encabezada por un Ben O’Connor (Decathlon), que fue sancionado con 20 puntos UCI y 1.000 francos suizos en la jornada de los Lagos por llegar tarde al podio. La versión del ciclista australiano es que le transmitieron que la entrega de premios y maillots se iba a realizar en Covadonga. Tras descender con su bici, tuvo que ser subido de nuevo en coche a la mítica cima asturiana.

Hoy se disputará la decimoctava etapa, que discurrirá completamente por Araba. El parking de Mendizabala, en Gasteiz, será el punto de encuentro y control de firmas, desde donde se dará la salida neutralizada a las 13.05. Un cuarto de hora más tarde se realizará el banderazo oficial para recorrer un total de 179,3 kilómetros, pasando por localidades como Langraitz, Pobes, Gesaltza Añana, Bergonda, Zubillaga, Ribabellosa, Ribaguda, Zambrana y Bergantzu.

Posteriormente se ascenderá el Alto de Rivas de Tereso (2ª categoría, 11,1 kilómetros al 3,4%) para proseguir por Bastida, Eltziego, La Puebla de Labarca y Guardia, desde donde se subirá el puerto de Herrera por su cara más dura (1ª categoría, 5,6 kilómetros al 8,3%). Desde ahí habrá 45 kilómetros hasta la meta en Maeztu-Parque Natural de Izki. Una jornada propicia para las fugas y en la que, a buen seguro, tanto Euskaltel como Kern Pharma querrán obsequiar con un triunfo a la afición vasca.