¿En campo hostil? Nada de eso. A pesar de tratarse de dos hombres-franquicia del Athletic Club, los dos hermanos Williams se mostraron como estrellas dignas de Zinemaldia. El documental “Los Williams” sobre sus vidas, sin olvidarse del fundamental papel encarnado por su madre, María, fue una de las películas más esperadas con unos Cines Príncipe abarrotados de gente, incluso después de la proyección para sacarse unos cuantos selfies. La proyección acabó con ovación.

“Los Williams” es un producto muy completo y fácil de consumir, que alterna los momentos mágicos de los goles de Iñaki y Nico con la verdadera historia contada por María, la verdadera protagonista del documental. «Váis a ver muchos goles en esta película pero el verdadero gol lo ha metido María dando a luz a los dos Muhammad Alì del deporte vasco», dijo De la Fuente.

La película se inicia en Ghana, el país de origen de María, muy emocionada tanto en la pantalla como después del filme. «No hagáis como yo, es muy peligroso y la mayoría de la gente no llega», es una de las frases más impactantes del documental, auténtica crónica de la madre de los Williams de aquella odisea a través del norte de Africa, hasta llegar a Melilla para saltar la valla, con muertos amontónandose a lo largo del viaje, sin saber nada de castellano... Una vez «acompañada» María hasta Bilbo (donde encuentra al cura que da el nombre a Iñaki, por cierto), la película se desarrolla alternando los lados públicos y privados de los dos hermanos. Muy importante, aunque aparezca «poco», resulta en el documental la figura del abuelo, al cual Iñaki le había prometido jugar con la selección de Ghana.

Las raíces no se arrancan ni pierden, son un aspecto fundamental en la carrera tanto del mayor de los Williams como de Nico, que repite continuamente la importancia en todos los sentidos de su «bro». Un «bro» que lo apoda «tasta» y le toma bastante el pelo, aunque de manera suave.

BUZTINTXURI

Para Iñaki y Nico las raíces se encuentran también, quizás sobre todo, en Iruñea, en el barrio de Buztintxuri. Allí, en condiciones muy precarias, se formó aquella unidad entre los dos hijos y la madre que cada día iba a trabajar andando al aeropuerto de Noain, en la otra punta de la ciudad y más allá. “Los Williams” nace en Ghana y termina con el triunfo de Nico en la última Eurocopa, pasando a través tanto de las derrotas como de las victorias del Athletic. El rodaje y el guion han ido cambiando con los resultados y con los éxitos, porque al principio la historia no se debía desarrollar exactamente así: «De todas formas -añadió el director-, yo tenía como un presagio de que iban a ganar la Copa e iban a sacar la gabarra, dándonos así otro material para el documental. Y efectivamente tuve razón. No me esperaba, por contra, la Eurocopa, hasta estaba en Colombia para otro proyecto y tuve que apresurarme a Berlín».

Pero esto también es lo bueno de un filme que nos enseña otra cara de la moneda de una pareja de hermanos que es todo un símbolo mas allá de las canchas y de lo futbolístico: “Los Williams” es el cuento de cómo uno entre muchos miles consigue sobrevivir a los viajes sin esperanza de África hasta el corazón de Europa y además convertirse en ejemplo para multitudes. El tema del racismo apenas se roza, mucho menos cómo ha cambiado la vida para los hermanos con el paso del tiempo. Otra frase emblemática de este documental es que «no es fútbol, es la vida».

En Donostia, todo un triunfo: «A ver qué pasa en Bilbao con nuestro público», bromeaba Iñaki a la salida, mientras que Nico aseguraba a todos quienes le preguntaban por su tobillo tocado en Leganés: «Tranquilo, me siento mucho mejor».