Natxo MATXIN
OSASUNA

Basta un partido gris en Mestalla para sumar el primer punto fuera de casa

Hubo más preocupación en ambos equipos por abortar las evoluciones del rival que por buscar la portería contraria y el partido solo se animó en su último tramo, cuando apareció el cansancio, con la mejor ocasión rojilla en la frente de Budimir en el 85.

Moi Gómez fue una de las cuatro variaciones que aplicó Vicente Moreno en el once rojillo.
Moi Gómez fue una de las cuatro variaciones que aplicó Vicente Moreno en el once rojillo. (Carla CORTÉS | LA OTRA FOTO)

Osasuna ya sabe lo que es sumar fuera de casa en el presente curso. Era su asignatura pendiente y lo consiguió en Mestalla, donde le bastó un ejercicio competitivo un tanto gris para sumar su primer punto foráneo. Lo cierto es que ambos contendientes se preocuparon más de destruir que de buscar la meta rival.

Una predisposición que se acentuó de manera ostensible durante una primera parte para bostezar, estática, tremendamente táctica y sin adoptar el más mínimo riesgo por los dos bandos. La apatía solo la rompió algún que otro lance aislado, con más llegada che y solo una oportunidad rojilla en una falta lateral botada por Moncayola y engatillada de manera desafortunada por Rubén Peña (m.42), una de las cuatro novedades que tuvo el once osasunista, junto a Herrando, Moi Gómez y Raúl.

Algo se agitó el choque -no hacía falta mucho- tras el descanso, con un bloque rojillo más dispuesto a proponer y llegar a los dominios de Mamardashvili, que cumplía su partido liguero número 100. Un empalme de Torró y un tiro mordido del citado Ibáñez, tras bonito movimiento individual, parecían hacer honor a ese cambio de actitud. Aunque fue el Valencia el que estuvo más cerca de mover el electrónico, con una jugada llevada por Almeida y posterior remate de Dani Gómez, abortado por el pie de Herrera.

FRENTAZO DE BUDIMIR

La emoción, más que el fútbol, fue ganando enteros a medida que avanzaron los minutos y el cansancio comenzó a hacer mella ante este inicio liguero tan cargado de partidos. El orden militar de la primera hora de envite dio paso a una ida y vuelta un tanto deslabazada, que moría la mayor parte de las veces antes de llegar al área contraria.

Y en este tramo final revolucionado, fue Osasuna quien dispuso del mejor lance para subir el 0-1 al luminoso, pero el frentazo de Budimir en posición inmejorable no encontró los tres palos y se marchó por encima del travesaño. La escuadra navarra acumuló así un punto más en su casillero, que le vendrá muy bien para afrontar la complicada visita del líder Barcelona este próximo sábado a El Sadar.