El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien ayer tomó el relevo del noruego Jens Stoltenberg, abogó por que las factorías militares de la Alianza aumenten sus turnos de trabajo para incrementar la producción, en un momento acuciante por el apoyo que los aliados están dando a Ucrania.

«La producción de defensa, la industria y cómo conseguir que se unan para asegurarse de que las grandes empresas del sector tengan más turnos, trabajen cinco, seis turnos a lo largo de la semana, incluidos los fines de semana, para producir lo que necesitamos en términos de misiles y todo lo demás que necesitamos», resaltó en su primera conferencia de prensa como nuevo secretario general de la OTAN.

Rutte explicó que los aliados ya están fabricando «más proyectiles, más barcos y más misiles de lo que han hecho durante décadas», pero pidió «ir más lejos» e «ir más rápido». «No solo para nuestra propia disuasión y defensa, sino también para ayudar a Ucrania. Creo que la OTAN dispone de las herramientas necesarias para ayudar a aumentar la producción, agregar la demanda aliada y suministrar capacidades», manifestó.

Rutte afirmó que tanto la OTAN como la Unión Europea han puesto de relieve el valor de «una defensa europea más capaz» pero que sea complementaria e interoperativa entre las dos instituciones.

Añadió que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, debe entender que la alianza «no cederá» en su apoyo a Ucrania.

El presidente de EEUU, Joe Biden, apuntó que tenía «total confianza» en que Rutte «seguirá avanzando en nuestro trabajo para crear una OTAN más fuerte y más grande».