La puntería de Budimir saca del tradicional embrollo en Getafe
El ariete croata, que marcó su gol número 47 en Primera con la escuadra navarra, se acerca al histórico Sabino Andonegi. La diana del balcánico permitió, además, sumar un punto en el Coliseum Alfonso Pérez, el segundo fuera de casa tras el de Mestalla.

No ganó en el siempre áspero Alfonso Pérez, pero tampoco perdió. Osasuna volvió a sumar su segundo empate consecutivo fuera de casa, entre otras cosas, gracias a la puntería de un Ante Budimir que sumó su cuarta diana liguera y va camino de alcanzar al mítico Sabino Andonegi, después de superar a Jan Urban como goleador en Primera tras las dos dianas que le endosó al Barcelona. El ariete croata ya lleva 47 con la escuadra navarra en la máxima categoría, toda una locura.
Gracias al zurdazo colocado del balcánico, el bloque rojillo no repitió la tradicional ofrenda de puntos al rival azulón, aunque estuvo buena parte del encuentro haciendo méritos para reeditar derrota. Los de Vicente Moreno cayeron una temporada más en la encerrona getafense, a base de mucha presión y faltas cuando fue necesario, una docena nada menos en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Además de encajar rozando el ecuador del primer periodo, los locales superaron a Osasuna en intensidad en los duelos y prácticamente en todos lo balones aéreos. De uno de ellos llegó el 1-0, en una jugada en la que Bertug se adelantó a Boyomo y que fue un efectivo ejemplo de lo que se estaba viviendo sobre el césped.
CAMBIOS DECISIVOS
Los anfitriones pudieron dejar ventilado el choque en el primer cuarto de hora de la reanudación, pero se vieron aquejados por el mal que les está afectando en este inicio liguero, su falta de tino. Todo lo contrario que el conjunto navarro, que acertó para superar a Soria cuando por peores momentos estaba pasando ante su rival.
Entre el 1-1 y los cambios que llevó a cabo Vicente Moreno, el panorama cambió, si no radicalmente, sí con viento a favor del cuadro navarro. Fue quien, dando un paso adelante, inquietó bastante más el área azulona. Pablo Ibáñez envió un zurdazo por encima del travesaño (m.78) y Bretones, en lo que era un despeje, estuvo a punto de sorprender a Soria (m.80), con una vaselina que se fue envenenando a medida que se aproximaba a su marco.
Fue lo más rescatable de Osasuna, ver cómo el equipo fue de menos a más y supo salir a flote de una situación complicada para enlazar su segundo punto seguido fuera de casa, esta vez en una visita que habitualmente suele ser un dolor de muelas.
Eso sí, el susto final no faltó. Ya en el descuento -corría el minuto 95-, Carles Pérez se hizo con un balón fuera del área y se sacó un tiro que salió pegado al poste.

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