Ningún corredor desde el gran Eddy Merckx, ni siquiera Bernard Hinault, había hecho una temporada como la de Pogacar. Primer doblete Giro-Tour desde 1998, aumentado por un triunfo en el Mundial y dos Monumentos (Lieja-Bastogne-Lieja y Lombardía), el cometa de Komenda (26 años) obtuvo 25 victorias, un récord para un velocista que hasta ahora sólo había logrado el italiano Alessandro Petacchi en el siglo actual, en 2005. «La verdad es que esta temporada no he tenido níngun momento difícil sobre la bicicleta», admitía el esloveno después de ganar Il Lombardia.

Su dominio refleja el de su equipo, que consiguió 81 éxitos gracias a 20 corredores diferentes, muy por delante de los 73 éxitos del Quick-Step en 2018. Dotado de un poder financiero colosal y con un presupuesto desconocido, el equipo emiratí corre el riesgo de seguir dominando ya que no solo atrae a grandes nombres (Jhonatan Narváez) sino también a los jóvenes más prometedores (Pablo Torres).

El contraste es sorprendente para Visma-Lease a bike. Dominante el año pasado, cuando ganó los tres grandes vueltas, el equipo holandés ha caído desde muy alto, al igual que sus dos estrellas Jonas Vingegaard -víctima de múltiples fracturas y de un neumotórax tras una fuerte caída en la Itzulia-, que se rindió ante Pogacar en el Tour tras ganar las dos ediciones anteriores, y Wout Van Aert, que consiguió en la Vuelta tres de sus cinco victorias este año antes de volver a sufrir otra caida.

Un año oscuro, para olvidar, como para todo el equipo (¡sin Top 10 en los 5 Monumentos!). El estadounidense Matteo Jorgenson fue el único claro, sobre todo con una victoria en la París-Niza.

Otra superpotencia sufrió un estrepitoso fracaso: el Ineos, sólo 14 éxitos y un psicodrama para acabar con Tom Pidcock, no seleccionado para el Tour de Lombardía.

EVENEPOEL Y VAN DER POEL, LOS OTROS OGROS

Si Pogacar aplastó la temporada, no lo ganó todo y otros dos hombres también consiguieron escribir la historia. El flamenco Remco Evenepoel (24) se convirtió en el primer corredor en lograr un doblete olímpico al ganar la contrarreloj y la carrera en ruta en París. El corredor de Soudal-Quick Step también retuvo su título mundial de contrarreloj y consiguió un buen tercer puesto al final de su primer Tour.

Mathieu van der Poel (29 años) sembró el terror en primavera al convertirse en el primero desde Fabian Cancellara en 2013 en ganar el Tour de Flandes y la París-Roubaix el mismo año. Impresionó al ganar en Roubaix tras recorrer en solitario los últimos 60 kilómetros y con una ventaja de tres minutos. Evenepoel, Van der Poel y Pogacar han ganado entre ellos 12 de los últimos 14 Monumentos.

Ante la potencia del trío, el resto del pelotón tuvo que conformarse con migajas. Primoz Roglic, sin embargo, volvió a completar una temporada muy presentable al ganar su cuarta Vuelta y su segundo Critérium du Dauphiné. El velocista belga Jasper Philipsen rompió la monotonía ganando Milán-San Remo y tres etapas del Tour.

El eritreo Biniam Girmay también brilló en el Tour con tres etapas y el maillot verde como guinda. Por último, el australiano Ben O'Connor demostró una gran regularidad (4º en el Giro, 2º en la Vuelta y el Mundial) dentro de un equipo Decathlon-AG2R que brilló este curso (30 victorias, 5º mejor total de la temporada).

El año también estuvo marcada por numerosas caídas, a menudo graves, que reavivaron el debate sobre la peligrosidad de un deporte que cada vez va más rápido.