Ocho activistas de Greenpeace serán juzgados mañana en Iruñea por una protesta que llevaron a cabo en la macrogranja de Caparroso en marzo de 2021 y por la que la empresa Valle de Odieta, propietaria de la instalación, solicita penas de multa y prisión, según informó ayer la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas.

En marzo de 2021, coincidiendo con el Día del Agua, activistas del organismo econolista devolvieron un total de mil litros de agua contaminada por nitratos a la empresa Valle de Odieta. En concreto, extrajeron agua de una balsa que se halla en una Zona Especial de Conservación de los Tramos Bajos del río Aragón, espacio protegido, y los devolvieron a la balsa impermeabilizada de esta macrogranja.

Al tiempo, otro grupo de activistas protestó junto a lo que definieron como «minúsculas casetas donde se encierra, sin apenas movilidad, a centenares de terneras separadas de sus madres para, en el futuro, reemplazarlas en esta fábrica de producción industrial».

Según indicó Greenpeace en 2021, esta acción de protesta surgió después de que la organización fuera testigo «del impacto ambiental provocado por reiterados vertidos masivos ilegales de purines de la macrogranja de Caparroso», que «llegan a acuíferos y ríos».

En esa misma línea, la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas señaló ayer que «con esta acción pacífica pretendían denunciar el impacto contaminador en el agua por parte de la ganadería industrial, que pone en peligro la salud de los recursos hídricos y la de las personas que dependen de ellos».

De este modo, la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas, formada por diferentes organizaciones sociales medioambientales y en favor de la soberanía alimentaria, mostró su apoyo a las personas encausadas y su reconocimiento por «su compromiso con la defensa del agua y la salud de las personas».