Surne Bilbo Basket está contando por palizas sus partidos en esta liguilla de primera fase de la FIBA Europe Cup. Anoche, ante el Kutaisi 2010 georgiano se permitió sestear durante casi toda la primera mitad y, pese a todo, lograba ir a vestuarios con el partido bien encarrilado, 38-28, luego de un parcial de 14-2, rematado por dos triples de Rubén Domínguez. Y a partir del tercer cuarto, con los hombres de negro apretando de verdad en defensa, la resistencia de su rival simplemente se evaporó.

Tal fue la suficiencia con la que el cuadro bilbaino afrontó este encuentro que Jaume Ponsarnau se daba el lujo de hacer no uno si no dos descartes: Dragic y un Gielo de urgencia en su Polonia natal a cuenta del fallecimiento de su abuelo. Ello propiciaba que aparte de Iker Chacón, el gigante Carlos Taboada también tuvieran unos pocos instantes sobre el parqué de La Casilla, redondeando el fin de fiesta con una canasta por cabeza en esos instantes finales.

FRÍO DE ÁNIMO

Por lo demás, cuando Bilbao Basket ya tiene su primera plaza asegurada y el Kutaisi sabe que no pasará de esta liguilla en este torneo continental, lo cierto es que el arranque del partido fue muy frío y errático por parte bilbaina. Tanto es así que el Kutaisi logró acabar por delante el primer cuarto, 16-18, aunque llegó a empezar ganando 0-6, y se vio alternando exiguas ventajas hasta el 24-26.

Bilbao Basket estuvo muy desacertado en el tiro en el transcurso de esos minutos y con una incomodidad muy propia de la frialdad de ánimo. No solo del ambiente de un La Casilla que esta vez no se llenó a la espera de mejores envites, sino de la frialdad de ánimo de unos hombres de negro que tuvieron que agarrarse a las penetraciones de Rabaseda y los triples de Domínguez para poner las cosas en su sitio y evitarse sustos posteriores.

Si ya el 38-28 del receso fue un resultado lógico a la diferencia de nivel entre los dos, el encuentro quedó sentenciado con el inicio del tercer acto: parcial de 11-0 con Kullamae recuperando el acierto y con Jones y Hlinason oscureciendo el camino de la pintura, en la enésima exhibición bilbaina en esta floja FIBA Europe Cup.