Los gigantes de las energías fósiles se proponen reducir drásticamente las emisiones de metano, un poderoso gas de efecto invernadero, pero sus planes presentan «importantes lagunas» y podrían «exacerbar la crisis climática», advirtió el centro de estudios Carbon Tracker en un informe.

«Las compañías petroleras y gasistas exacerban la crisis climática al no fijar límites estrictos para impedir las salida de metano a la atmósfera», según el informe “Absolute Impact 2024” que Carbon Tracker presentó ayer.

El tema se ha tratado durante los últimos años en las conferencias climáticas, y en la COP28 de Dubai, en 2023, 52 empresas de petróleo y gas se comprometieron a alcanzar emisiones «cerca de cero metano» en sus operaciones hasta 2030.

Un año después, en plena COP29 en Bakú, Azerbaiyán, Carbon Tracker identificó «importantes lagunas» en las promesas adoptadas por la mayoría de los gigantes de los hidrocarburos, según el informe basado en el estudio de los planes climáticos declarados por 27 grandes empresas petroleras, incluidas TotalEnergies, Shell, BP, SaudiAramco y Petrochina.

«Las empresas petroleras y gasistas defienden de palabra la acción por el clima, mientras que las emisiones de sus productos alimentan las tormentas, las sequías, las inundaciones y las olas de calor cada vez más violentas. Las emisiones de gases de efecto invernadero deben caer rápidamente para evitar impactos aún más devastadores, por lo que es esencial que las empresas incorporen dentro de sus objetivos rebajar el enorme volumen de emisiones que resultan del uso de los productos que venden», declaró la analista Olivia Bisel, una de las autoras del informe.

En resumen, el informe revela que las empresas contaminantes, en general, no pasan de las palabras a los hechos en materia medioambiental. Es más, revela que ninguna empresa está alineada con el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de 2°C. Los objetivos de la mayoría de las empresas solamente cubren las emisiones de sus operaciones, como sucede en ExxonMobil, ConocoPhillips y las petroleras Pemex, Petrobras y Saudi Aramco.

Asimismo, destaca que BP, Repsol y TotalEnergy han prometido reducciones absolutas del ciclo de vida completo de sus productos para 2030, pero sus objetivos no cubren todos los proyectos en los que tienen una participación, y BP y Repsol tampoco incluyen los productos derivados del petróleo crudo de terceros.

80 VECES MÁS QUE EL CO2

El metano, un potente gas de efecto invernadero, es la molécula del gas «natural» que se escapa de las infraestructuras petroleras y gasistas, pero también de las vacas, los arrozales y los vertederos, y está presente de forma natural en los humedales.

Desde la revolución industrial, el metano causa el 30% del calentamiento mundial: su potencial de calentamiento es más de 80 veces mayor en 20 años que el del CO2, y el sector de combustibles fósiles es responsable de alrededor de 35% de las emisiones mundiales de metano de origen humano, según la Climate and Clean Air Coalition.

Por tanto, la reducción de las emisiones de metano es una de las maneras más rápidas y alcanzables de frenar el calentamiento global. Sin embargo, resalta que muy pocas se han comprometido a ello y advierte de que las emisiones mundiales de metano no paran de aumentar.