Con 7 puntos la vida se ve de otra manera. La Real despejó los nubarrones de su horizonte en la Europa League con una victoria ante un rival de prestigio, en un partido con dos partes totalmente diferentes. Esta vez, el rival perdonó y la Real no. Ya tocaba.

Imanol retocó el once de San Mamés con cuatro cambios, dando continuidad a los jugadores que salieron en la segunda parte en La Catedral. Aritz y Aihen ocuparon los laterales en lugar de Aramburu y Javi López, Brais en la sala de máquinas por Sergio Gómez y Becker en el extremo por Barrenetxea. Y la Real salió a buscar muy arriba al Ajax. Los de Amsterdam tuvieron la primera en un desajuste defensivo porque Aritz tenía la orden de presionar al lateral contrario y dejaba muchos metros a su espalda, pero el disparo de Akpom se fue fuera. En respuesta, un tiro de Becker dentro del área fue repelido.

La suerte volvió a sonreír en una pérdida de Sucic que acabó en un remate de Brobbey al palo de la meta de Remiro. El Ajax no necesitaba tener el balón para hacer peligro. Y el tercer aviso lo dio Hato, cabeceando fuera un libre indirecto. Todo en menos de veinte minutos.

En el 32, el técnico del Ajax tuvo que suplir al peligroso Brobbey, conmocionado tras un choque con Remiro. Su sustituto, Rasmussen, casi batió al navarro tras robarle la cartera a Aguerd. La Real estaba muy incómoda, espesa.

GRAN CAMBIO TRAS EL DESCANSO

La única ocasión realista digna de tal nombre en la primera parte la tuvo Oyarzabal a pase de Becker en el 43. El de Eibar se giró bien pero no encontró portería cuando estaba en el área pequeña. Antes del descanso llegó un nuevo cambio por lesión, en este caso entró Aramburu por Aritz. El de Beasain se lastimó al caer tras un salto y se retiró en camilla. Tenía mala pinta.

Tras el descanso entró Turrientes por un desafortunado Sucic. La Real salió fogosa, apretando, pero ni Zubimendi primero ni Kubo después culminaron con éxito sendas ocasionbes. Pero el enfermo ya tenía otro color, pese a que el Ajax daba otro susto en una contra que finalizó Fitz-Jim pegándole al palo.

A falta de 25 minutos, Barrene entró por Becker. Y fue llegar y besar el santo. Combinación de Aramburu y Kubo, y la asistencia del japonés la mandó a dormir el donostiarra entrando con todo.

Se trataba ahora de guardar el botín que tanto había costado obtener. Al Ajax le estaba sucediendo lo que a la Real tantas veces, no haber aprovechado su momento. Y lo lamentó, porque Kubo firmaba un eslalon marca de la casa para hacer el segundo tras tocar el balón en un defensa.

Los últimos minutos fueron plácidos, y el triunfo aúpa a la Real a la mitad de la tabla.