La UE envía un delegado a Siria para asegurarse de «la dirección correcta»
La Unión Europea ha abierto oficialmente contactos con el Gobierno sirio liderado por HTS, la formación que Bruselas aún mantiene en su lista de «organizaciones terroristas». Además del viaje de un enviado a Damasco, los ministros de la UE estudian qué más pasos dar en función de que las nuevas autoridades vayan «en la dirección correcta», de la que excluyen a Rusia e Irán.

La UE ha entablado los primeros contactos con el nuevo Gobierno sirio liderado por una formación que todavía considera «terrorista», pero dando los primeros pasos para normalizar las relaciones.
La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Kaja Kallas, envió a Damasco al principal diplomático comunitario en Siria, que actuaba hasta ahora desde Beirut, para tener los primeros contactos, a la vez que en el Consejo de Asuntos Exteriores los ministros de los Veintisiete debatieron «cómo nos comprometemos con los nuevos dirigentes de Siria, y a qué nivel lo hacemos».
Kallas otorgaba al menos el beneficio de la duda al nuevo régimen al señalar que estudiarán «qué más pasos estamos dispuestos a dar si vemos que Siria va en la dirección correcta».
Las nuevas autoridades están lideradas por el grupo yihadista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al-Sham-HTS), que procede de una filial siria de Al Qaeda, aunque insisten en proclamar que respetaran a las minorías.
HTS y su líder, Abu Mohamed al-Golani, intentan desmarcarse de su pasado y presentarse como alternativas legítimas, a pesar de las acusaciones sobre ejecuciones y abusos de los últimos días. Al-Golani incluso ha abandonado su nombre de guerra por el verdadero, Ahmed al-Sharaa.
Pese a que la UE tiene al HTS en su lista de «organizaciones terroristas», fuentes comunitarias sostienen que eso no es impedimento para establecer contactos. Kallas ya participó el sábado en Jordania en una reunión con países árabes, además de con Turquía y EEUU, para «debatir los principios del compromiso con los nuevos dirigentes de Siria, lo que se espera de ellos». En su opinión, Siria afronta «un futuro optimista y positivo pero bastante incierto, y tenemos que asegurarnos de que va en la dirección correcta».
Kallas explicó que «no solo hay que saber lo que dicen, sino también lo que hacen (los nuevos dirigentes). Creo que las próximas semanas y meses mostrarán si van en la dirección correcta», apuntó. La nueva jefa de la diplomacia comunitaria se felicitó de la rapidez con la que la UE ha decidido entablar conversaciones con los nuevos dirigentes después del fugaz colapso del régimen de Al-Assad, tras apenas 12 días de ofensiva insurgente.
De esa «dirección correcta» que esperan del nuevo Ejecutivo, los ministros de la UE excluyen a Rusia e Irán. Subrayaron que «el extremismo, Rusia e Irán no deberían tener lugar en el futuro de Siria» y se felicitaron de que los aliados de Al-Assad hayan mostrado debilidad: «Es un mensaje positivo para el mundo». Según Kallas, «muchos ministros» afirmaron en la reunión que los nuevos dirigentes de Siria «deberían tener como condición deshacerse de la influencia rusa», en referencia a la base militar que mantiene Moscú en territorio sirio y sobre la que el Kremlin afirma que aún no ha tomado ninguna decisión.
Varios países europeos ya han establecido sus propios contactos con las nuevas autoridades. También Gran Bretaña envió ayer una delegación diplomática a Damasco para mantener conversaciones con el Gobierno interino, mientras el Ejecutivo turco dijo estar dispuesto a prestar ayuda militar al nuevo régimen, a la vez que pidió a EEUU que revalúe su postura de apoyo a la zona autogobernada por una coalición kurdo-árabe en el este.
El presidente electo de EEUU, Donald Trump, opinó que «Turquía ha llevado a cabo una toma de control inamistosa de Siria».
Por otro lado, la Comisión Internacional de Investigación para Siria, creada por la ONU en 2011 y que ha presentado informes sobre exterminio, asesinato, violencia sexual, tortura, detención arbitraria o desaparición forzada, pidió que los juicios que eventualmente se celebren por los crímenes del depuesto régimen de Al-Assad en Siria sean «públicos, transparentes y con completo respeto al derecho a un juicio justo». La Comisión reiteró la necesidad de «salvaguardar las evidencias de posibles crímenes de guerra y contra la humanidad».
REFUGIADOS
Por su parte, el verdadero hombre fuerte de Siria, Abu Mohamed al-Golani, aseguró en Damasco al enviado especial de la ONU para Siria, Geir Predersen, de visita desde el domingo, que es importante proporcionar un «entorno seguro para el retorno de los refugiados y prestar apoyo económico y político para ello».
De acuerdo a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), los más de 13 años de guerra en Siria han causado una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo, con más de 6 millones de refugiados, acogidos principalmente en los países vecinos de Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía. Igualmente, desde el derrocamiento de Bashar al-Assad miles de sirios han comenzado a regresar a su país. Pedersen, primer representante internacional que visita Damasco desde la caída del régimen, pidió el fin de las sanciones de EEUU, la UE y otros países para favorecer la reconstrucción.
KURDOS
También la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (Aanes) espera una transición en la que puedan participar, a pesar de que siguen siendo atacados por milicias islamistas proturcas, socias en el nuevo Ejecutivo, y por las propias fuerzas de Ankara.
La Aanes, liderada por kurdos, pidió una reunión de emergencia de todos los actores para coordinar la transición y presentó diez objetivos a cumplir, que incluyen el cese de las operaciones militares, el respeto a la convivencia de las diferentes comunidades, garantizar la participación de las mujeres en el proceso político y el reparto equitativo de los recursos económicos entre todas las regiones sirias.
También reiteró su compromiso a seguir luchando contra los remanentes del Estado Islámico.
Al-Assad afirma que no planeó huir
El depuesto presidente sirio, Bashar al-Assad, negó haber planeado huir y traicionado a su pueblo en su primera declaración desde que perdiera el poder. «La persona que nunca abandonó la resistencia en Palestina y el Líbano, ni traicionó a los aliados que le apoyaron, no puede ser la misma persona que renuncie a su propio pueblo o traicione a su ejército y a la nación a la que pertenece», afirmó desde su asilo en Moscú. «Durante los últimos acontecimientos no me planteé ni una sola vez la posibilidad de renunciar o solicitar asilo en otro país ni recibí ninguna propuesta al respecto de ninguna parte o individuo. El único plan de acción era continuar luchando contra la matanza terrorista», explicó. Al-Assad justificó su salida del país porque «cuando el Estado cae en manos de los terroristas y se pierde la capacidad de realizar una contribución significativa, cualquier cargo queda vacío de contenido y su labor se vuelve inútil». Explicó que se trasladó a Latakia, en la costa, en coordinación con sus aliados rusos «para supervisar las operaciones de combate a medida que las fuerzas terroristas se infiltraban en Damasco». Indicó que dejó el país cuando, tras un ataque, Moscú exigió la inmediata evacuación de la base en la tarde del 8 de diciembre tras «el colapso de las últimas posiciones militares y la consecuente parálisis de todas las instituciones estatales restantes». Al-Assad se definió como «el guardián de un proyecto nacional» y sostuvo su «esperanza de que Siria de nuevo será un país libre e independiente».GARA

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