Jesús A. Núñez Villaverde estuvo recientemente en Bilbo invitado por la productora audiovisual Mundo Cero para participar, con la colaboración de la BBK, en la primera edición de la jornada «Testimonios, recorridos vitales y reflexiones en torno a la guerra».

¿Qué expectativas alberga sobre el alto el fuego en Gaza?

Tenía que llegar en algún momento, como tantas veces en el pasado, pero vistos los detalles concretos es difícil ser optimista. Esto no es un acuerdo de paz, no es ni siquiera un cese permanente de la violencia.

¿Entonces por qué lo ha firmado Israel?

La prioridad para Netanyahu no son los rehenes, ni siquiera los objetivos estratégicos de Israel. Es evitar la acción de la justicia contra él. Teme que los ministros más extremistas rompan la coalición y pierda unas elecciones anticipadas, y la inmunidad. No habría firmado si no tuviera garantías de que con el apoyo no solo de Biden sino el de Trump puede volver a la violencia cuando desee sin comprometerse a nada, más allá de los 42 días de la primera etapa. La retirada del corredor de Filadelfia, del de Netzarim y sobre todo la retirada militar completa de la Franja de Gaza está totalmente fuera de la realidad.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y a largo?

Recuperar popularidad con la liberación de rehenes, vivos o muertos. Soltar a unos cuantos prisioneros palestinos no le supone coste porque inmediatamente vuelve a meter a otros en la cárcel como hace desde hace tiempo. Mirando adelante vamos a la imposibilidad absoluta de que Gaza se recupere, a la anexión definitiva de Cisjordania y a la suma de fuerzas con EEUU para ir a por Irán, para Israel su principal amenaza de seguridad

¿Y del lado palestino?

Hamas trata de ganar tiempo y recuperarse puesto que ha quedado muy debilitada política y militarmente, pero con la voluntad clara de seguir con la resistencia armada. Es una cuestión de tiempo.

Sus miles de nuevos reclutas son jóvenes sin experiencia movidos por el odio y la venganza. ¿Pero la liberación de prisioneros no le ha reforzado políticamente en Cisjordania y entre la diáspora?

La fotografía fija ahora es de debilidad política y militar, pero inmediatamente queda contrarrestada con el hecho de que ahora mismo en Cisjordania la popularidad de Hamas es infinitamente superior a la que pueda tener la Autoridad Palestina (ANP), desacreditada desde hace mucho tiempo. Es cierto también que muchos de los que sobrevivan a la masacre, aunque solo sea por deseo de venganza, se apuntarán a las filas de Hamas o de lo que venga a continuación, que puede tener otro nombre y otro programa pero con la resistencia armada contra el ocupante como eje. Y no es que seamos adivinos. Es la sexta operación de castigo de Israel contra Gaza en la que llevamos de siglo XXI y sabemos que vendrá la séptima. Los propios mandos militares reconocen que Hamas es un grupo político, social y una idea, y que lo máximo que podrán lograr otra vez es cortar el césped, sabiendo que volverá a crecer.

¿Qué opina de Hamas?

Hamas ha sido y es instrumental para Israel. Su existencia le sirve a Netanyahu para seguir planteando las cosas en términos de ‘amenaza de salvajes terroristas que nos quieren eliminar’ y eso cohesiona a una sociedad tan fragmentada como la israelí entre seculares y religiosos ultraortodoxos, gente que viene de muchísimos países distintos y culturas distintas y con formas de ver la vida muy distinta. Les une el enemigo común.

Hamas ha acusado a la ANP de coordinarse con Israel en las incursiones en el norte de Cisjordania. ¿Ve riesgo de un conato de guerra civil?

Quiero creer que ya han aprendido la lección de que de ahí lo único que saldría es el debilitamiento de la causa palestina. Pero nada nos garantiza que sea así. Todos los intentos de la OLP de integrar a Hamas y de forjar gobiernos de unidad nacional han fracasado. Hamas no ve ninguna ventaja en dejarse integrar en una dinámica absolutamente desprestigiada con una ANP sin futuro, débil económica y militarmente y que, consciente de su impopularidad, no se atreve a convocar elecciones.

Por tanto, que la ANP gestione Gaza es una entelequia.

Buena parte del desprestigio de la ANP viene dado porque los palestinos la han visto como el perro fiel y guardián de Israel. Sería una situación absolutamente insoportable, un suicidio político.

¿Se mantendrá la tregua en Líbano? ¿Responde al cansancio de Israel tras 15 meses de economía de guerra?

Su prioridad es la anexión de Cisjordania e Irán. En Líbano, donde no tiene realmente pretensiones territoriales, lo que busca es garantías en la frontera. Si consigue comprometer a las Fuerzas Armadas libanesas en esa tarea puede concentrarse en otros escenarios.

Lo estamos viendo en Siria, donde ha laminado con bombardeos toda la capacidad militar de defensa del país, lo que le permite utilizar Siria como vía de tránsito para llegar hasta Irán cuando quiera.

En Líbano veo expectativas de que se cumpla con la tregua, lo cual no garantiza la estabilidad de la frontera ni mucho menos. A Netanyahu le interesa que vuelvan los 80.000 israelíes desplazados por los cohetes de Hizbulah. Israel podría retirarse de territorio libanés, pero seguirá en la frontera hasta la siguiente, porque lo de Hamas sirve para Hizbulah, que volverá a recuperarse política y militarmente y volverá a la resistencia armada contra Israel.

Ha hablado de los ataques «preventivos» de Israel al ejército sirio. ¿Qué lectura hace de la caída del régimen y del futuro de Siria con la coalición islamo-yihadista HTS hoy al mando?

Si miramos atrás, su líder, Ahmed Al-Sharaa, antes Abu Mohamed al-Golani, viene de ser un yihadista convencido ligado a al Qaeda en su día por mucho que se hayan desmarcado en los últimos años y es fácil concluir que de ahí no puede salir nada bueno.

Al mismo tiempo nada bueno era ya lo que tenían con un dictador como Bashar al-Assad, consentido por la comunidad internacional. Estamos todavía bajo el efecto de la sorpresa, ya que se pensaba que iba a seguir por tiempo indefinido y en una semana acaba huyendo del país y ahora tenemos a Al-Sharaa imponiendo una nueva agenda.

Hasta ahora no ha cometido errores garrafales, pero quedan muchas incógnitas en un país tan fragmentado étnica y religiosamente. Están los kurdos y podría producirse un efecto revancha sobre la minoría alawí, que ha apuntalado a los Al-Assad estos 50 años.

Al-Sharaa ha pedido al menos tres años hasta unas elecciones libres para hacer un censo de población y un censo electoral en un país en el que la mitad de la población son refugiados o desplazados. Solamente el tiempo nos confirmará dónde acaba Siria.

¿Depende solo de los sirios?

Nadie se lo va a poner fácil, y hablo de injerencias externas. Empezando por Israel, que ya ocupa más territorio sirio; siguiendo por Turquía, tentada a imponer un régimen en Damasco aunque quizás se engañe al pretenderlo; por Irán, que tratará evidentemente de no perder una casilla del tablero para seguir siendo un líder regional; por Rusia, que no quiere perder sus bases...

¿Son los kurdos la clave de bóveda del futuro de Siria?

Sí, tanto por los intereses sirios como por los que puede tener Turquía, que alberga a la mitad de los 40 millones de kurdos, y afronta un impulso de identidad kurda desde los 80. Ankara va a hacer todo lo posible por evitarlo en Siria.

Pero los kurdos sirios están armados en las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias), han sido aliados de EEUU y retienen a miles de yihadistas que, mientras tanto, no están activos en otros escenarios de conflicto.

¿Seguirá EEUU manteniendo el apoyo a las FDS? ¿Conseguirá Al-Sharaa que los kurdos se integren en las futuras Fuerzas Armadas y de Seguridad sirias? Imaginar que los kurdos van a renunciar a prácticamente su única palanca para ser escuchados no es lo más probable a corto plazo. Esperemos que Turquía no vaya adelante con la amenaza de una ofensiva contra las FDS.

Irán y la vuelta de Tump...

Irán lleva tiempo en el punto de mira de Tel Aviv y Washington. En su primera presidencia, fue Trump quien rompió el acuerdo nuclear. Pero más allá de él, EEUU ha seguido la estrategia de buscar el colapso desde dentro sancionando al régimen, creando una imagen de Irán como un paria internacional, porque eso aumenta el malestar social interno.

Cabe imaginar que a partir de ahora incrementará la presión, con más sanciones y más ataques quirúrgicos. Pero puede ir más allá. Israel ha demostrado a Irán con sus ataques en Yemen que tiene capacidad de reabastecimiento en vuelo para bombardear a 1.800 kilómetros y volver a casa sin ayuda de EEUU. Puede ser un ensayo general para Irán.

Pero Teherán ha diversificado de tal manera su programa nuclear y sus instalaciones petrolíferas que meterse con Irán son palabras mayores, No solamente tiene unas Fuerzas Armadas sino a los Pasdaran, más operativos, tiene una capacidad industrial considerable para fabricar su propio armamento. Quien se meta militarmente con Irán se puede meter en un pozo sin fondo y eso es lo que quizá pueda ocurrir con las visiones iluminadas de Tel Aviv y ahora también de Trump.

Colijo de sus respuestas que Donald Trump actuará sin complejos.

Es una buena forma de resumirlo. Reconozco que me faltan palabras porque si con Biden el semáforo estaba verde para Netanyahu ¿qué viene después de la luz verde? El único matiz puede ser ya sin complejos, de manera abierta, porque es obvio que Trump va a darle carta blanca hasta donde quiera llegar. Están totalmente alineados y lo han demostrado sobradamente.