Aceptarnos como somos

El protagonista de “A Different Man”, Edward, padece de neurofibromatosis, una condición genética que provoca tumores benignos en el tejido nervioso. Harto de su situación, se somete a una arriesgada operación para arreglar su rostro y sanar su enfermedad.
En esta extraña mezcla de humor negro y tragedia, la película explora cómo la búsqueda de la perfección puede ser, en última instancia, tan fútil como destructiva. En ese tono tragicómico encontrarán ligeros ecos del cine de Charlie Kaufman o Woody Allen.
La película fluye con naturalidad y con una puesta en escena sencilla, utilizando una cámara que avanza con calma. Los planos se enfocan mucho en los rostros de los personajes, capturando sus emociones y transmitiendo la atmósfera de cada escena; un recurso destacado son los crash zooms, para intensificar ciertos momentos.
Más allá de sus recursos formales, lo que hace que ‘‘A Different Man’’ sea interesante es la forma en que el director explora las emociones de su protagonista sin caer en clichés o sensacionalismos.
Sebastian Stan y Renate Reinsve hacen un trabajo sobresaliente, mientras que Adam Pearson, quien padece de neurofibromatosis en la vida real, aporta una actuación conmovedora y divertida.
A pesar de que al filme le sobran algunos minutos y tiene también algunos altibajos en su trama, lo cierto es que la película acierta al ofrecer una reflexión profunda sobre las distintas facetas de la identidad y la constante batalla entre nuestra percepción de nosotros mismos y la forma en que somos percibidos por los demás.
Es inquietante y extraña, pero tremendamente interesante. No se la pierdan.

El sindicato ALMA se solidariza con el guionista de «Allí abajo»

«Gure burua defendatzeko erabakimena zigortu nahi dute»

Bilbo, Donostia, Iruñea, Lekaroz... los vídeos inéditos de la Guerra del 36

Roto el orden, Andoni deja paso a la ambición de Aitor
