Osasuna se llevó el primer asalto de los dos que va a disputar contra la Real Sociedad en el plazo de cinco días. El factor diferencial fue un Ante Budimir que está de dulce y que con los dos goles de la tarde de ayer ya suma una docena en el campeonato liguero, igualado con el delantero barcelonista Raphinha.

Los del club donostiarra recortaron distancias demasiado tarde, con un remate de Orri Oskarsson, que esta semana reivindicó a gritos mayores dosis de confianza por parte de su entrenador.

Los jugadores donostiarras pierden comba en el torneo de la regularidad con una racha de cero puntos de nueve, aunque tendrán ocasión de cobrarse la revancha este próximo jueves a partir de las 19.30 en Anoeta, en la eliminatoria de los cuartos de Copa.

En los locales, Vicente Moreno tiró de los habituales, con la única novedad respecto al partido ante Las Palmas de Lucas Torró por Iker Muñoz. Por lo demás, Herrera salió en la portería; Areso, Catena, Boyomo y Juan Cruz en la defensa; el mencionado Torró con Moncayola y Aimar en la sala de máquinas; y Rubén García, Barja y Budimir en la parte ofensiva.

Por su parte, tras las rotaciones ante el PAOK el jueves, la Real de Imanol Alguacil volvió a una alineación más “reconocible”, con Remiro bajo palos; Aramburu, Zubeldia, Aguerd y Javi López en la zaga; Zubimendi, Sucic y Olasagasti en el centro; y Barrene, Kubo y Oyarzabal como tridente ofensivo.

A RITMO DE ROCK & ROLL

El choque comenzó a ritmo de rock & roll, con ambos equipos jugando con altas pulsaciones. La primera ocasión clara la tuvo la Real poco antes del cuarto de hora, con un balón que cazó Mikel Oyarzabal a la espalda de la zaga. El balón se paseó durante varios segundos por el área rojilla, pero ningún atacante blanquiazul pudo precisar el remate.

En el 26, Zubeldia volvió a avisar a la salida de un córner, pero su disparo golpeó en Oyarzabal y se fue por la línea de fondo. Osasuna respondió con un centro de Barja rematado por Budimir, que atrapó Remiro sin problemas. Y en ese baile de ida y vuelta, Oyarzabal disparó demasiado cruzado en una jugada en la que Take Kubo estaba solo en el segundo palo.

El que no falló fue el de siempre. La Real no despejó con contundencia, un inspirado Aimar Oroz asistió a Budimir y este se buscó la vida para hacerse un pequeño hueco ante Zubeldia y fusilar con la zurda a Remiro por el palo corto (1-0, 34’). Era el undécimo tanto del “Cisne” de Zenica en lo que va de Liga, quien ya marcó el año pasado por partida doble en el estadio de Anoeta.

El tanto dejó algo “groggy” a la Real, que se aferraba a la vida como un boxeador a las cuerdas. Poco le faltó al conjunto navarro para ampliar la renta y marcharse al vestuario con prácticamente todo el trabajo hecho.

En la reanudación tras el descanso, el once de la Real salió con la intención de igualar el choque lo antes posible. Un centro de Javi López llegó hasta Kubo, pero su disparo lo rechazó Herrera.

En el 55 comenzó el movimiento de peones. Vicente Moreno decidió doblar laterales, quitando a Kike Barja para meter a Abel Bretones por delante de Juan Cruz.

PENALTI INEXISTENTE

Cinco minutos después, la conexión Oroz-Budimir volvió a soltar un chispazo. Un pase en profundidad del de Arazuri dejó solo ante Remiro al croata, que cayó tras el recorte. En ese primer instante, Ortiz Arias señaló los once metros, pero tras revisar el VAR comprobó que había sido un piscinazo, anuló la pena máxima y le ha mostrado la amarilla.

Imanol reaccionó con un doble cambio, quitando a Olasagasti, que tenía tarjeta amarilla, y a Barrenetxea para dar entrada a Brais y Oskarsson, que venía de un doblete en la Europa League.

El islandés tardó solamente tres minutos en dar el primer aviso, empalando con la pierna derecha una asistencia magistral de Sucic, pero su volea se fue alta. El técnico del Osasuna quitó a Torró y Cruz para dar entrada a Moi Gómez e Iker Muñoz.

LA PUNTILLA

Y en el minuto 74 llegó la puntilla en un grave error defensivo de la Real, que se dejó ganar la espalda en un saque de banda por su izquierda. Rubén García desbordó a Javi López, ganó el cuerpo a cuerpo a Aguerd y centró perfecto al segundo palo para la llegada de Budimir, que cabeceó a la red. Y ya son una docena (2-0).

Imanol Alguacil agotó sus cambios con Becker, Aritz y Zakharyan -primeros minutos tras meses en el dique seco- por Kubo, Zubeldia y Oyarzabal. Tres titulares indiscutibles, con lo que parecía que el de Orio daba la batalla por perdida.

Con todo el pescado vendido, Vicente Moreno quitó a Budimir por Raúl para que recibiera la ovación de El Sadar y dio entrada a Bryan Zaragoza, tras dos meses de baja.

Igual que el pasado jueves, la conexión entre Becker y Oskarsson volvió a funcionar para apretar el marcador, pero ya era demasiado tarde (2-1, 93).

Este próximo jueves la Real tendrá oportunidad de revancha, ya que los dos equipos volverán a medirse, aunque esta vez se invertirán los términos y el duelo se jugará en la capital guipuzcoana para los cuartos de final del campeonato de Copa.