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NUEVAS POLÍTICAS EN LA CASA BLANCA

Trump retrasa un mes los aranceles a México y Canadá

La incertidumbre económica ante la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a sus países vecinos y China se mantuvo hasta última hora de ayer, cuando se anunciaron sendos acuerdos por los que se retrasa un mes su aplicación en México y Canadá. Donald Trump anunció un diálogo con China en 24 horas.

Llamamiento al boicot a unos vinos estadounidenses en una licorería de Montreal.
Llamamiento al boicot a unos vinos estadounidenses en una licorería de Montreal. (Andrej IVANOV | AFP)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acordaron ayer suspender por un mes los aranceles anunciados para hoy mismo. Durante estas cuatro semanas habrá nuevas negociaciones. Como condición antes de las conversaciones, la presidenta mexicana planteó cambios en las políticas fronterizas y Trump confirmó el despliegue de tropas.

Así, México se habría comprometido con Washington a desplegar 10.000 miembros de su guardia nacional para combatir «el tráfico de fentanilo y la inmigración». Trump, por su parte habría asegurado a Sheinbaum que su país trabajará «para evitar el tráfico de armas de alto poder a México».

El presidente estadouniense dijo en las redes sociales que había mantenido una «conversación muy amistosa» y añadió que esperaba con ansias las próximas conversaciones. Los secretarios de Estado, Marco Rubio, del Tesoro, Scott Bessent, y de Comercio, Howard Lutnick, encabezarán las negociaciones por parte del Gobierno de Estados Unidos.

«Espero participar en esas negociaciones con la presidenta Sheinbaum, mientras intentamos lograr un ‘acuerdo’ entre nuestros dos países», dijo el presidente estadounidense. Claudia Sheinbaum confirmó que «sostuvimos una buena conversación con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía», y añadió que ambos países empezarán a trabajar en «dos vertientes: seguridad y comercio».

La noticia de la pausa a los aranceles fue bien recibida en los mercados estadounidenses. Los europeos y asiáticos ya habían cerrado para entonces, con importantes pérdidas. El dólar estadounidense se ha revalorizado con la incertidumbre, hasta su máximo histórico respecto al yuan chino, mientras que el valor del dólar canadiense se ha hundido a su nivel más bajo en más de dos décadas (lo que también significa que las exportaciones canadienses son más baratas y las estadounidenses aún más caras).

TAMBIÉN CON CANADÁ

A última hora de la noche en Euskal Herria se conoció que tras la conversación mantenida entre Donald Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también se suspendió durante un mes la implementación de aranceles del 25%, según anunció el mandatario canadiense.

Antes, en la Casa Blanca, a la pregunta de qué más podía hacer Canadá para evitar los aranceles, Trump se limitó a repetir que «lo que me gustaría ver es Canadá convertida en nuestro estado 51». Este mantra repetido desde hace varias semanas está teniendo un impacto psicológico inmediato en el país vecino. El orgullo nacional canadiense se ha reforzado al mismo nivel que el sentimiento anti-estadounidense alcanza niveles no vistos en generaciones.

Además del aviso del Gobierno federal de establecer los mismos aranceles que Washington imponga a los productos canadienses, las provincias e incluso las empresas privadas están tomando medidas para dejar de consumir productos estadounidenses. El bourbon y otros licores de Estados Unidos han desaparecido de muchas estanterías, y en los huecos vacíos se han instalado carteles animando a consumir producto nacional.

La provincia de Ontario, la más poblada de Canadá, canceló el contrato de 100 millones de dólares con la compañía de Elon Musk Starlink. «Ontario no hará negocios con gente empeñada en destruir nuestra economía», aseguró el premier de Ontario Doug Ford. «Comenzando hoy mismo y hasta que se retiren los aranceles, Ontario prohíbe las empresas estadounidenses en contratos provinciales». Ford recordó que cada año su gobierno y las agencias dependientes gastan 30.000 millones de dólares en adquisiciones. «Canadá no comenzó esta pelea con los Estados Unidos, pero más les vale creernos que estamos preparados para ganar». Otras provincias como Columbia Británica o Nova Scotia también anunciaron diferentes medidas, como cobrar el doble en los peajes a los vehículos con matrícula estadounidense.

Las ansias arancelaras de Trump también se extienden al otro lado del Atlantico. Ayer volvió a dar por hecho que impondrá aranceles a la Unión Europea, e incluso llegó a amenazar a Gran Bretaña. Trump se quejó de que la UE «no compra nuestros coches, ni nuestros productos agrícolas. No compran casi nada, y nosotros compramos casi todo, millones de coches, una cantidad enorme de comida y productos agrícolas».

Los líderes de los Veintisiete cerraron filas en la cumbre informal de ayer. No solo respecto a los aranceles, sino también sobre las amenazas de tomar por la fuerza Groenlandia. En la cumbre también participaron el secretario general de la OTAN, Mark Rutte y, por primera vez desde el Brexit, el primer ministro británico, Keir Starmer. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, reiteró que Groenlandia «no está en venta» y que «todo el mundo tiene que respetar la soberanía de los Estados del mundo». El presidente francés, Emmanuel Macron, indicó que las declaraciones de Trump «empujan a los europeos a estar más unidos», y abogó por fortalecer la base industrial e invertir más en Defensa, siempre con «una preferencia europea. Si nos atacan en cuestiones comerciales, Europa tendrá que hacerse respetar y, por tanto, reaccionar».

El primer ministro polaco, Donald Tusk hizo un llamamiento a evitar «guerras comerciales innecesarias y estúpidas». La Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas también advirtió que «no hay ganadores en las guerras comerciales. Si EEUU inicia la guerra comercial, quien se reirá será China. Estamos muy interrelacionados», afirmó.