Llegaba el Athletic al partido contra el Girona con la cabeza en el 6 de octubre de 2024, cuando los catalanes propinaron al cuadro de Valverde su última derrota en Liga. Cuatro meses y 13 partidos después, el cuadro bilbaino planteó un partido muy serio para ahogar al rival en su área y doblegar al equipo de Míchel por un claro 3-0, con hat-trick de Oihan Sancet.

Advertía el entrenador madrileño antes del partido, de la capacidad del Athletic para llegar que, unida a su tradicional presión alta, hundió al Girona en su área durante toda la primera parte. De nada sirvió que el míster visitante acertara en su análisis, ya que desde el primer minuto se pudo observar que el Girona iba a pasar muchas dificultades para avanzar más allá del medio campo con la pelota controlada.

Las idas y venidas se alternaban sin peligro. El Athletic continuó con su plan de juego, abocando cada vez más al Girona atrás, especialmente con la presión sobre el flanco derecho de la defensa. Juanpe y Francés se encontraron en todo momento incómodos con el balón. Incluso Miguel, uno de los pilares de Míchel a la hora de salir con el balón controlado, tuvo varios errores en zona defensiva ante la sofocante presión bilbaina.

Uno de ellos fue un pisotón a Jauregizar dentro del área en el minuto 38, que el trencilla José María Sánchez Martínez señaló como penalti después de acudir al VAR. Sancet transformó la pena máxima con un potente tiro ajustado a la escuadra izquierda de la portería de Gazzaniga.

A pesar del gol, el cancerbero del Girona fue uno de los mejores de la primera parte, sacando otro remate claro, esta vez de De Marcos. Menos pudo hacer dos minutos más tarde, ya en el tiempo añadido, cuando Berenguer, desde la línea de fondo, puso un centro picado al punto de penalti que Sancet remató con la testa casi a placer. El mediapunta navarro igualaba de esta forma su mejor marca goleadora en una temporada, con 10 tantos.

El 2-0 permitió al Athletic guardar fuerzas y gestionar los minutos de la segunda parte para tomar aire. El partido estaba tan a favor que Valverde hizo debutar a Maroan Sannadi, que entró por Guruzeta. El exjugador del Alavés y el Barakaldo provocó los aplausos del público con un par de jugadas en las que hizo gala de su increíble potencia física. Precisamente, de sus botas salió la ocasión más clara de esa segunda parte, que Blind desbarató a Sancet cuando encaraba a Gazzaniga.

Sólo ocho minutos tardó el talentoso mediapunta de Iruñea en desquitarse y conseguir el gol que le permitió llevarse el balón a casa. Un nuevo error del Girona propició que la pelota le cayera a Iñaki, quien se la dejó en bandeja a Sancet para que, tras un buen control, superara con un toque de calidad al meta. El tanto hacía justicia. El encuentro estaba definitivamente cerrado, por lo que Valverde aprovechó para hacer jugar a los cachorros Buján y Canales.