Raimundo FITERO
DE REOJO

Las cartas y los dados

Seguimos atentos al circo político de tres, cuatro o cinco pistas. En los circos de verdad, de carpa o de obra, cuando algo falla, cuando un número sale mal o dificultoso, se escucha una voz tras las cortinas que grita: ¡que salgan los payasos! La gran duda actual es tozuda y replicante, ¿en qué pista se está haciendo un peligroso número de ecuyeres, en cuál lanzamiento de cuchillos a ciegas sobre persona apoyada en muro de madera o dónde se ejecuta una parodia cómica con perritos de agua.

Lo único que parece claro a simple vista o a simple oído es que hay más de un elefante en todas las habitaciones oficiales de las que tenemos noticias y/o imágenes. Hay una marca de balas, Parabellum, que recibe su nombre del axioma romano, si quieres la paz, prepara la guerra. Van a gastarse miles de millones de dólares en comprar material de guerra con el fin de llegar a una paz. La lógica guerrera es la que rigió durante las décadas de la denominada Guerra Fría, donde contaba bastante más los ojivas nucleares que las balas de cualquier calibre. Hoy, sabemos que hay fábricas en todo el mundo trabajando veinticuatro horas construyendo miles drones teledirigidos que se cargan con material bélico.

Por eso los desajustados pasajeros de la historia utilizan un lenguaje de casino con una indiscreción dolosa, que rezuma olor a perfume de supermercado. Si Trump le dice a Zelenski que no tiene cartas buenas para jugar esta mano, los del terno a medida y las del traje de chaqueta de modista están tirando los dados por si les sale la cifra del premio. Dan ganas de gritar muy fuerte: «¡Send In The Clowns!» Y que suene la música.