Natxo MATXIN
OSASUNA

Media temporada con el mismo guion: tarea imposible sellar un partido

La escuadra navarra protagonizó la cansina película de casi media temporada. Llevó el dominio, buscó el gol y acabó poniéndose por delante. A partir de ahí, cedió la inicitiva, se metió más atrás de lo debido y terminó cometiendo un error que llevó al empate.

Herrando celebra eufórico el 0-1 tras marcar de cabeza en el segundo palo.
Herrando celebra eufórico el 0-1 tras marcar de cabeza en el segundo palo. (Jorge ROPERO | AGENCIA LOF)

Osasuna le dio continuidad al cariz visitante de la trigésima jornada -no ganó ningún local-, pero volvió a sumar en Butarque otro empate agridulce, después de llevar la iniciativa, ponerse por delante e incluso poder sentenciar, firmar otro error tonto para permitir que el rival empatase y acabar pidiendo la hora.

Una vez más, y ya van unas cuantas, la escuadra navarra fue la de las dos caras diametralmente opuestas. La de que genera y busca el gol hasta adelantarse, y la que se vuelve timorata y conservadora después de que lo consigue, hasta verse totalmente embotellada por el contrario y ceder un nuevo empate agridulce que le obliga a seguir remando para salvar la categoría.

No fue por no intentarlo en la primera parte. La escuadra navarra estuvo muy cerca de adelantarse en el luminoso e incluso marcó, pero un milimétrico fuera de juego de Rubén García -señalado por el VAR- en su asistencia a Torró impidió que el 0-1 subiese al marcador.

Los méritos acumulados por los rojillos les hicieron acreedores para irse con ventaja al descanso, pero no resultó posible. Mucho mejor que su rival en el manejo del esférico, los pupilos de Vicente Moreno, sin descuidarse atrás -salieron finalmente con tres centrales-, sumaron varias ocasiones inmejorables, pero no estuvieron acertados en los últimos metros.

Osasuna impuso su ley en el último cuarto de hora del primer tiempo, en el que pudo dejar el choque encarrilado. Budimir falló lo que no acostumbra -en su descargo, quizás la pelota le botó un tanto elevada- con toda la portería para solo empujar (m.29) y el croata trató de redimirse a renglón seguido gracias a un gran control con el pecho y remate a media vuelta que salió pegado al poste. Luego llegó el “gol” de Torró adelantándose con el pie en el primer palo, finalmente invalidado, y el Leganés pudo anotar en el descuento con un cabezazo de Sergio contrarrestado por la manopla de Herrera.

COMO SIEMPRE

Toda la falta de puntería de los primeros cuarenta y cinco minutos se resolvió en el primer lance tras el receso. Un corner botado por Moncayola y peinado en el primer palo por Catena lo introdujo en el segundo de cabeza Herrando (m.49).

Y el guion se volvió a repetir. Una vez alcanzado el reto de ponerse por delante, Osasuna plegó velas, aunque pudo finiquitarlo en una doble ocasión de Rubén García y Budimir (m.57). Entre el terreno que le cedió y lo obligado que está clasificatoriamente, el Leganés se lo creyó y arrinconó al conjunto navarro. Pese a oxigenarlo, el bloque de Vicente Moreno se vio acosado y achicando agua, mientras su adversario lo intentaba desde fuera del área.

Aún dispuso Budimir -no fue su día- de otra magnífica ocasión en un balón que no supo sacar Tapia, pero su intento con la derecha lo adivinó Dmitrovski para blocar (m.77). Y, a partir de ahí, sufrimiento a raudales para repetir precedentes. Esta vez le tocó a Bretones -se le puede perdonar por su bisoñez-, que cometió un agarrón demasiado visible en el segundo palo y Raba transformóla pena máxima en el 87. Herrando estuvo en un tris de firmar el doblete en el descuento, pero no concretó con ambas piernas.