Imanol INTZIARTE
REAL SOCIEDAD

Punto milagroso en Villarreal con la ayuda de un viento arbitral favorable

La Real cosechó un inmerecido empate en La Cerámica en un choque más parejo en la primera mitad pero en el que fue arrollada en la segunda, tras el cambio de dibujo de Imanol. El árbitro anuló tres goles al Villarreal, dos de ellos muy discutidos.

Sergio Gómez trata de frenar un nuevo avance del Villarreal hacia la meta de Remiro.
Sergio Gómez trata de frenar un nuevo avance del Villarreal hacia la meta de Remiro. (AGENCIA LOF)

Domingo de milagro en La Cerámica. Una Real plagada de bajas -Zubeldia, Aguerd, Zubimendi y Barrenetxea, además de Brais en el banquillo- visitaba el campo de un aspirante a Champions League. Sin jugar en Europa este curso, los amarillos fueron eliminados de la Copa por el modesto Pontevedra en la segunda ronda, y han podido poner todos los huevos en la cesta de la Liga.

Un penalti, un error del meta amarillo, el acierto de Mikel Oyarzabal en ambas jugadas y las decisiones arbitraikel les -Cuadra Fernández anuló tres goles al Villarreal- permitieron cosechar un punto.

En la primera mitad, ante el dominio local, la Real fue capaz de tener el balón por momentos y de llegar en algunas ocasiones, pero en el descanso Imanol decidió jugar con tres centrales y el remedio fue peor que la enfermedad.

El primer golpe llegó pronto. Los amarillos superaron la presión, saliendo por la izquierda, desde donde Cardona puso un balón raso que no parecía excesivamente peligroso. Pero tras pasearse por todo el área sin que nadie lo despejara le llegó a Yeremi Pino, que fusiló a Remiro (1-0, m.7).

Quien más quien menos se acordó en ese momento de las paupérrimas estadísticas blanquiazules cuando el partido se pone cuesta arriba en esta Liga, con trece derrotas y un empate. El Villarreal además llegaba fácil y se olía el segundo.

EMPATE TEMPRANERO

Pero lo que son las cosas, la Real lanzó una falta ‘a la olla’, Aihen remató de cabeza y el balón impactó en la mano de Barry. Oyarzabal acertó desde los once metros, aunque poco le faltó a Junior para detener el penalti (1-1, m.19).

Y casi hacía el segundo Kubo con una vaselina que el meta local desvió con la yema de los dedos antes de tocar en el larguero. El palo quita y el palo da, porque Foyth pudo adelantar a los de Marcelino a la salida de un córner, pero su remate lo escupió el poste.

Los últimos minutos de la primera mitad fueron lo mejor de la Real, y solo una buena parada de Junior impidió que Sucic anotara el segundo tras filigrana y asistencia de Kubo.

A pesar de ello, Imanol no lo debía ver claro, porque en el descanso sorprendió con la entrada de Pacheco por Sucic, pasando a jugar con tres centrales. Sin tiempo de ver los efectos del cambio, la fe de Oyarzabal adelantó a la Real. El meta Junior tardó en soltar el balón, el capitán presionó y el esférico terminó en la red tras golpear en su pie (1-2, 49). Ya son 17 goles para el de Eibar esta campaña -8 en Liga-, su mejor cifra histórica.

ASEDIO SIN RESPUESTA

Pero quedaba mucha tela que cortar. El Villarreal embotelló a la Real e igualó en poco más de diez minutos, merced a un centro de Yeremi Pino que remató Ayoze libre de marca (2-2, m.60). En una jugada similar Remiro impidió el tanto de Barry. Dos testarazos sin oposición pese a tener en el área a nueve defensores.

Pino marcó el tercero, pero su hombro estaba adelantado por centímetros. El equipo donostiarra era un barco zarandeado por la tormenta. Se limitaba a achicar balones, que regresaban cargados de peligro a los pocos segundos. Sin embargo, Imanol mantenía su idea, cambiando cromos pero no el dibujo.

Con la parroquia blanquiazul rezando para que el crono corriera más deprisa, el árbitro y su asistente echaban un capote por partida doble al anular sendos goles locales. El primero por fuera de juego posicional de Ayoze -aunque no parece que molestara a Remiro en su imposible estirada-, y el segundo en el último minuto del descuento, por una presunta falta de Pepe sobre Javi López en un forcejeo.