Sufriendo hasta el último segundo. Así fue el logro del Deportivo Alavés en Pucela, donde selló la permanencia en Primera División tras vencer por la mínima, y de penalti, al Valladolid con gol de Kike García en el minuto 18. Sobra una última jornada, con derbi incluido en Mendizorrotza ante Osasuna, que llegará con la tranquilidad necesaria para disfrutar del día y, por qué no, echar una mano a los rojillos en su objetivo de Europa.

Los del ‘Chacho’ Coudet llegaban con más necesidad y, por tanto, con más presión y nerviosismo, pero en lo que se tradujo fue en ambición. Y con ese hambre saltaron al césped del José Zorrilla.

La intención, además manteniendo una continuidad respecto a la anterior jornada, era controlar el ritmo de juego y la posesión. Y desde luego, en los primeros compases solo hubo un equipo en el terreno de juego, el albiazul. El Alavés fue a por todo para inaugurar el marcador pronto. Y tuvo varias llegadas peligrosas al área blanquivioleta, que fueron contenidas por un Hein bien situado, que tuvo que esforzarse para desviar un disparo envenenado de Kike García.

Con tanto dominio visitante, el cuadro babazorro se vio beneficiado del derribo de Cenk a Tenaglia dentro del área, que el colegiado no dudó en considerar penalti. Kike se encargó de transformar su gol número 13 -es el cuarto que anota desde los 11 metros-, para subir el 0-1 al marcador.

Todo no iba a ser un camino de rosas, y en la segunda parte el Valladolid, a pesar de estar ya descendido, empezó a llegar más veces al área visitante. Pero no hubo empate y el Alavés lo festejó por todo lo alto.