Barbara Kruger refleja su visión crítica ante la sociedad en el Museo Guggenheim
Las paredes y los suelos del Museo Guggenheim de Bilbo son testigo de la visión «aguda e incisiva» que tiene del mundo que la rodea Barbara Kruger. En la exposición, abierta hasta el 9 de noviembre, convergen paste-ups, texto y sonido. Es el fruto de nada menos que cuatro décadas de labor artística.

“Barbara Kruger: Another day. Another night” es el título de la muestra que alberga el Museo Guggenheim Bilbao hasta el 9 de noviembre. Se trata de una panorámica sobre la artista norteamericana en la que se plasma su visión crítica de la sociedad contemporánea.
Bajo la inspiración de estrategias visuales fundamentadas en la publicidad, Kruger recurre a frases concisas para exponer lemas en blanco y negro remarcados en rojo o verde que ofrecen una experiencia «inmersiva».
La exposición, en la que convergen paste-ups, texto y sonido, reúne en la cuarta planta del centro artístico más de cuatro décadas de trabajo que permiten «tomar conciencia sobre las estructuras de poder que definen la identidad» a través del lenguaje de la publicidad y los medios de comunicación.
Comisariada por Lekha Hileman, la retrospectiva fue presentada por la directora del Museo, Miren Arzalluz, quien destacó la visión «aguda e incisiva» del mundo de Barbara Kruger (Nueva Jersey, 1945).
Las obras -expuestas por suelos y paredes- incluyen desde las primeras composiciones de Kruger con imágenes y textos (paste-ups), mensajes impresos en vinilo a gran escala y collages hasta videoinstalaciones. La exposición revisita algunas icónicas obras tempranas -como sus afamados paste-ups-, y muestra también piezas recientes digitales y de vídeo que siguen ampliando su alcance formal y conceptual. La distintiva estética de la artista se debe a su temprana experiencia profesional en el ámbito del diseño gráfico.
PERSUASIÓN VISUAL
Aprendió a captar la atención del público a través de la claridad de la composición y la información visual. Este periodo no solo forjó su sensibilidad hacia la difusión de imágenes en la cultura de consumo, sino también su constante interés por los mecanismos de la persuasión visual. Una dimensión esencial del proyecto es el compromiso de Kruger con el contexto lingüístico y cultural de Bilbo. Euskal Herria ofrece un marco especialmente significativo para sus propuestas. En palabras de la artista, «la lengua es una fuerza poderosa y nos define. Nos habla de jerarquías, de adoración y desprecio. Y contiene un elemento de enorme especificidad, ya que cada lugar tiene su propio idioma originario y sus propias narraciones».La artista, que no pudo estar presente en la inauguración, ha creado con motivo de la retrospectiva la obra “Untiled” (Camino) que une las diversas salas mediante vinilos con mensajes en euskara y castellano. Además, parte de las obras han sido «repensadas» para el museo y traducidas.
Lekha Hileman resaltó el uso de las palabras «exactas» de Kruger, que permiten «interpelar al lector» y denunciar el «abuso del poder, el consumismo o la desigualdad de géneros». «Ofrecen al visitante un ejercicio intelectual en el que leer, pensar y reflexionar», añadió.

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