El secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, anunció ayer el «inminente» comienzo de las controvertidas catas hidrogeológicas en la sierra de Aralar de cara a definir el impacto medioambiental que tendría horadar un túnel bajo esas montañas para enlazar el trazado de la denominada «Y vasca» a través de una línea entre Ezkio-Itsaso y el valle de Sakana. Avanzó que el informe podría estar elaborado «a comienzos» de 2026, con el fin de aminorar los retrasos.

Santano realizó estas declaraciones a los medios en Astigarraga, donde participó en la firma entre el Ejecutivo español y el Ayuntamiento del citado municipio guipuzcoano de los acuerdos necesarios para la construcción de la nueva estación ferroviaria de la localidad y su pasarela de acceso.

Santano explicó que el Gobierno español ya ha hablado con los ayuntamientos de la sierra de Aralar, «porque aquí había habido unos cuantos problemas», para la realización de las catas. Hace unos meses, el propio secretario de Estado ya avanzó que para superar los vetos impuestos por particulares e instituciones a estas perforaciones se iban a realizar «expropiaciones temporales».

«También hemos hablado con los particulares en algunos de los puntos porque son terrenos de titularidad privada y en otros hemos buscado, para evitar tener mayores problemas, espacios públicos o caminos públicos», detalló.

Están «a la espera de que empiecen los trabajos», con previsión de que el inicio sea «inminente». «Puede ser ahora o justo pasado el verano, sí, unos cuantos meses», apuntó.

«COMPLEJIDAD»

Explicó que algunas de las catas son «de gran profundidad» y «van hasta los 300 metros», por lo que tienen «su complejidad».

Además, confió en que «si las catas las hacemos en todo este año y principios del que viene», el informe técnico podría estar elaborado «a comienzos del año que viene, quizá principios de la primavera». Se espera que entonces se despeje la duda acerca del trazado definitivo, por Ezkio-Itsaso -como apuesta la Diputación de Gipuzkoa- o por Gasteiz, por donde parece inclinarse Madrid, al igual que el Ejecutivo foral alavés.

Por otro lado, respecto a las obras del trazado entre Pancorbo-Ameyugo, en Burgos, del TAV, que recordó son «muy complicadas», señaló que «es un tramo muy corto, porque son algo más de 8 kilómetros, pero la obra tiene un importe cercano a los 400 millones, pues es muy compleja».

«La obra se licitó hace unos meses, se han presentado nueve empresas y estamos a punto de adjudicarlas», afirmó José Antonio Santano ayer, para apuntar que la adjudicación se prevé «antes de que termine el verano».