Raimundo FITERO
DE REOJO

Una mayoría de edad

La obsesión de las extremas derechas universales en focalizar en la migración sus discursos y sus violencias nos lleva a situaciones que presagian tiempos duros, movilizaciones de escuadristas voluntarios y los que llevan su carné de funcionario en la cartera y que son jaleados por periódicos, radios, televisiones, redes sociales, partidos políticos, empresarios, púlpitos y deportistas.

Lo sucedido en el pueblo murciano de Torre Pacheco es un síntoma claro. Todo el Levante español está muy agitado por los violentos fundamentalistas católicos en contra de una emigración cuya piel es de otro color, su religión distinta y sus hábitos culturales, diferentes. Lo que no cambia, ni se espera que cambie, es que son explotados por los mismos que los quieren expulsar. Esto que se ha visualizado en esa localidad murciana puede pasar mañana en la ribera navarra, en los campos leridanos o en la estepa castellana.

Por eso hay que celebrar la mayoría de edad de Lamine Yamal, que cumplió ayer 18 años, por lo que puede firmar ya un nuevo contrato con el Barça que lo convertirá en millonario y que está siendo atacado de una manera inmisericorde por ser negro, hijo de migrantes, aunque nacido en Catalunya, y escolarizado en catalán, que lo habla correctamente y es una de las estrellas de la selección española de fútbol masculino. La caverna no lo ve bien, si llegarán los violentos seguidores de Trump lo expulsarían porque, además, es musulmán. Cumple con todas sus fobias. Ahora lo acusan de putero por invitar a unas chicas de su edad a su gran fiesta de cumpleaños. ¿Debería invitar a Florentino y su corte mediática?