Después de una maratoniana jornada de negociaciones, la mayoría sindical y la representación de la empresa alcanzaron el miércoles un preacuerdo sobre el ERE para la planta de BSH en Ezkirotz del que se desmarcaron LAB y ELA. La plantilla participó ayer en una asamblea informativa como paso previo a la votación de esa propuesta, que tendrá lugar a comienzos de la próxima semana.

La última reunión del período de consultas del citado ERE se celebró el miércoles. La negociación se prolongó durante unas 16 horas para terminar alcanzando un preacuerdo con la dirección que fue respaldado por la mayoría sindical integrada por UGT, que cuenta con siete delegados; CCOO, con dos; ATISS, con dos, y uno de Solidari. LAB, que tiene tres representantes, y ELA, que tiene dos, se desmarcaron.

En ese preacuerdo se contempla el despido de 609 personas, de tal manera que quedan fuera del ERE 46 traba- jadores. En lo que respecta a la indemnizació por despido, se recoge que será de 45 días por año trabajado sin límite, más 1.500 euros por año.

Este es el acuerdo que los sindicatos firmantes llevaron a la asamblea informativa celebrada ayer por la plantilla y que, la semana que viene, se someterá a votación para su refrendo o rechazo.

Si finalmente obtiene el visto bueno, se afrontará la recta final del cierre de la planta de BSH de Ezkirotz, que se producirá en diciembre, por lo que la salida de los trabajadores será de forma escalonada.

«SANGRÍA DE DESPIDOS»

ELA explicó su rechazo al pre- acuerdo en una nota en la que afirmó que «supone una sangría de despidos histórica para Nafarroa, además del cese de actividad de la planta».

Añadió que es «intolerable que la avaricia de la Dirección haya dejado en la calle a tantas personas trabajadoras, que en muchos casos llevaban décadas trabajando en la misma planta». Denunció que «las reformas de los Gobiernos de Zapatero y Rajoy (que no han sido derogadas por el actual Gobierno del Estado), han permitido esta situación» y exigió su inmediata derogación.

Este sindicato mostró su rechazo también a las formas empleadas por la empresa, que ha sometido a una «agonía» a más de 600 familias. Criticó a las centrales que respaldaron el preacuerdo al señalar que ELA «siempre ha mantenido que las causas presentadas por la dirección no son ciertas, de la misma manera que la totalidad del comité hasta el último día del periodo de consultas, cuando cambiaron su postura».

Lamentó que «se cierre la puerta a la judicialización del proceso con el objetivo de que la empresa retire el planteamiento del cierre de la actividad» y mostró «toda su solidaridad con las personas afectadas por este despido colectivo y sus familias».

A pesar de ese cierre, todavía queda la posibilidad de que en los próximos meses se pueda llevar a cabo el proyecto de reindustrialización de la factoría de Ezkirotz en el que se viene trabajando.