Aritz INTXUSTA

Mosquitos invasores y los tres repelentes científicamente válidos

En Euskal Herria hay una treintena de especies de mosquitos, aunque las responsables de las picaduras a humanos son principalmente dos: «Culex pipiens» (mosquito común) y el invasor «Aedes albopictus» (tigre). Osakidetza solo recomienda tres sustancias, presentes en distintas marcas, como repelentes.

Ejemplar de mosquito tigre, especie invasora que preocupa por las reacciones que genera su picadura y su potencial como transmisor de enfermedades.
Ejemplar de mosquito tigre, especie invasora que preocupa por las reacciones que genera su picadura y su potencial como transmisor de enfermedades. (Stephane VITZTHUM | AFP)

Muchas variedades de mosquitos necesitan de las proteínas presentes en la sangre para desarrollar sus huevos. De ahí que solo piquen las hembras. Lo que ocurre -según explica Aitor Cevidanes, investigador de Neiker- es que la mayoría de estas especies se alimentan de sangre de animales diferentes, como aves o incluso anfibios. No de humanos.

Los mosquitos despiertan con el calor, aunque en Euskal Herria no tienen brotes igual de marcados, o explosivos, que en climas más mediterráneos, debido a que el régimen de lluvias es más constante. Las especies endémicas utilizan distintas estrategias para superar los meses fríos, bien aletargados como ejemplares adultos en una especie de hibernación, en forma de huevo, o en fase larvaria en el agua.

Cevidanes participa en un grupo que investiga no solo los mosquitos autóctonos sino, fundamentalmente, la forma en que se están expandiendo otras especies. Hay dos mosquitos invasores que preocupan: el Aedes albopictus (mosquito tigre, detectado en 2014) y el Aedes japonicus, del que se tuvo constancia de su presencia por primera vez en 2024.

Las autoridades sanitarias están preocupadas por la expansión de ambas especies, no ya por la molestia de su picadura, sino porque se sabe que son potenciales transmisores de patógenos como el virus del Nilo, el dengue o el chikungunya.

LOS TRES REPELENTES EFICACES

Osakidetza destaca que, para protegerse de sus picaduras y también del más molesto de los mosquitos autóctonos -Culex pipiens- existen tres principios activos de eficacia contrastada que están presentes solo en algunos de los repelentes que se venden en farmacias y en supermercados: DEET, IR3535 y la icaridina (o picaridina). Hay que revisar el prospecto o los ingredientes para corroborar la presencia y porcentaje de alguno de esos compuestos a la hora de adquirir estos productos.

El DEET es la veterana de estas sustancias. Se conoce desde hace 70 años y es la que tradicionalmente han usado los ejércitos de todos los países en operativos en selvas para evitar picaduras de insectos transmisores de malaria. Se estima que los repelentes que llevan un 30% de esta sustancia ofrecen una protección efectiva durante seis horas.

El mayor inconveniente de este componente es que, ocasionalmente, puede irritar la piel e incluso desteñir algunas prendas de ropa. Y que, a diferencia de la icaridina, su olor es más fuerte.

La icaridina (o picaridina) es menos irritante con la piel y eso la hace más adecuada para menores. Además, es proporcionalmente más potente. Un repelente con una concentración de un 20% de icaridina ofrece una protección equivalente a un 30% de DEET.

El IR3535 es un componente menos común y, por tanto, menos contrastado, pero hay estudios que apuntan que tendría un nivel de eficacia similar al DEET.

El empleo de estas sustancias no exime de tomar otras protecciones de sentido común, Osakidetza recomienda, por ejemplo, usar de prendas de manga larga.

NO TENER MOSQUITOS TIGRE CERCA, LA MEJOR FORMA DE ESQUIVARLO

Aitor Cevidanes monitoriza la presencia de los mosquitos tigre, que son los que más preocupan a las autoridades sanitarias. Hasta la fecha no se han reportado picotazos a humanos de los mosquitos japónicos, dado que esta otra especie por ahora solo han sido detectados en zonas de ganado y en el campo.

El mosquito tigre, sin embargo, está en pueblos y ciudades. Y esto es así porque los responsables de la llegada de los mosquitos son los humanos, que no solo lo han importado, sino que también son los responsables de seguir ofreciéndole sus lugares de cría.

En este sentido, Neiker y la Sociedad de Ciencias Aranzadi elaboraron un estudio sobre microhumedales en Euskal Herria que demostró que el mosquito tigre no es capaz de sobrevivir en este tipo de ecosistemas debido a que la especie está menos adaptada y encuentra allí más depredadores y competidores.

El investigador de Neiker subraya que el 80% de los mosquitos tigre están en propiedades privadas, criando en pequeños charcos de agua limpia, como macetas, recipientes de plástico, etc.

De ahí que sea clave adoptar la costumbre de vaciar o secar al menos una vez por semana cualquier recipiente que se encuentre por la casa, evitando así que los huevos del Aedes albopictus eclosionen o matando a sus larvas.

Por tanto, el mosquito tigre es una especie que principalmente se encuentra en áreas urbanas o periurbanas.

TEMPORADAS, HORAS DE ACTIVIDAD Y OTROS REMEDIOS

Los dos mosquitos responsables de las picaduras a humanos son muy diferentes en cuanto a costumbres. El mosquito común (el trompetero) es crepuscular, se activa al atardecer y permanece activo por la noche. Son más habituales durante los meses veraniegos, en junio, julio y agosto.

Las hembras de tigre, por contra, están activas a lo largo de todo el día y su estacionalidad va de mayo a noviembre, siendo septiembre el mes con más picaduras.

Además de las tres sustancias antes citadas, hay otro tipo de remedios como pulseras de citronella y hierbas que, por su olor, supuestamente espantan a los mosquitos. Su eficacia no está tan demostrada, pero en algún caso su uso puede estar justificado para niños de corta edad.

Cevidanes explica que los mosquitos no huelen, carecen de olfato, pero a través de estructuras de su cabeza son capaces de detectar el CO₂, el calor y ciertos compuestos químicos (feromonas, amoniaco...) que segregan los humanos y que les incitan a picarles.

Las pieles humanas expelen este tipo de compuestos químicos en diferente cantidad según la persona, lo que ayuda a explicar por qué los mosquitos siempre pican más a determinados individuos.

Por otro lado, cabe recordar que la sangre no es el único alimento de los mosquitos y cumplen una importante labor polinizadora, además de ser base de la cadena trófica para anfibios y aves. También tienen, por tanto, su utilidad.