Arturo PUENTE
Periodista
JOPUNTUA

No lloréis por el decreto del apagón

Hace solo dos meses escribía sobre el dilema más perverso que nos depara la crísis climática, que nos hace elegir entre una coherencia ideológica izquierdista, que en la práctica hace imposible la transición energética, o dar alas a un capitalismo verde que, siendo lo menos malo, es indeseable. Abogaba por lo segundo, pero advertía que no sería fácil explicar esta postura, ni muchos menos convertirla en un programa de mayorías.

Este debate no ha tardado en llegar al Congreso con el decreto «antiapagón» que contenía medidas energéticas, la mayoría de fomento de las renovables. Había un poco de todo, pero no imponía, o yo no he encontrado, ninguna barbaridad invotable. De hecho, Podemos ha explicado su rechazo no por lo que aparecía, sino por supuestas carencias, como no contemplar «sanciones ejemplares» a las eléctricas.

No hace falta decir que estoy mucho más cerca de la posición que defendió el diputado de EH Bildu, Mikel Otero, que creo que fue capaz de dejar patente desde la izquierda las razones que había para apoyar las medidas y el poco sentido del voto de Podemos o BNG. Ahora bien, también me preocupa la reacción de algunos de los que comparten esa visión tras la votación que tumbó el decreto. Porque ni hacer muchos aspavientos, ni soltar kilos de datos en Twitter, ni siquiera crucificar a Podemos por su error… nada de eso está a la altura del enorme reto político que tiene el ecologismo.

Quienes estamos convencidos de la necesidad de una transición energética, incluso aceptando las contrariedades del capitalismo verde, más vale que entendamos que esa agenda es hoy dificilísima de impulsar. Tiene duros enemigos en la derecha, pero es también peliaguda para la izquierda de base, que tiene razones para verla como un freno. Así las cosas, no fracasará una vez, fracasará mil. Nuestra responsabilidad es encontrar los caminos duros, tortuosos, incoherentes, para sacarlo adelante. Y hacerlo junto a nuestra gente más recelosa. Desfallecer a la primera no es una opción.