Israel intensifica su plan de limpieza étnica mientras ataca los hospitales

Mientras Israel avanza en sus planes para ocupar Ciudad de Gaza y desplazar forzosamente hacia el sur a su millón de habitantes como primer paso para tomar el control de la totalidad de la Franja, su Ejército ha intensificado estos días sus ataques contra los hospitales del norte del enclave palestino, bombardeados varias veces en los más de 22 meses que van de genocidio.
El objetivo ayer fue el hospital Al-Alhi, el mayor en funcionamiento que queda en el norte de Gaza, donde el Ejército mató a al menos siete personas. El pasado abril, un misil destruyó parte de sus instalaciones y obligó a huir a sus pacientes, que quedaron abandonados en las calles. Y en octubre de 2023, otro ataque aéreo -que Israel atribuyó a un cohete fallido de la Yihad Islámica, que lo negó- mató a casi 500 personas.
Israel recurrió también entonces a su argumento habitual: que el hospital, igual que las escuelas, mezquitas, edificios residenciales, las viviendas y todo lo que está arrasando en la Franja de Gaza desde octubre de 2023, estaba siendo utilizado por Hamas.
Pero si ayer fue el Al-Alhi, el viernes el Ejército israelí atacó de nuevo el hospital Al-Shifa, en el norte de Gaza, y el hospital Al-Aqsa de Deir el-Balah, en el centro. El ataque al Al-Shifa, el mayor hospital de Gaza, asediado dos veces el año pasado durante semanas hasta dejarlo fuera de servicio, y donde se hallaron varias fosas comunes tras la retirada de las tropas sionistas, mató a al menos una persona. Una explosión precedida por un enjambre de drones que sobrevolaban el Al-Aqsa, mató a dos personas.
Los ataques contra Ciudad de Gaza están obligando a decenas de miles de palestinos hambrientos a huir nuevamente. Los barrios de Al-Zaitun -densamente poblado y totalmente devastado-, Sabra, Remal y Tuffah están siendo el objetivo principal de los bombardeos de los últimos días.
Casi el 90% de los 2,4 millones de palestinos en Gaza siguen estando desplazados y la población se enfrenta a la hambruna provocada deliberadamente por el asedio de Israel, que bloquea la entrada y la distribución de la ayuda humanitaria.
«DESHUMANIZACIÓN, CAOS Y MUERTE»
La Unrwa denunció que Gaza enfrenta una «hambruna provocada por el hombre» e instó a volver a un sistema de distribución dirigido por la ONU. «Estamos muy, muy cerca de perder nuestra humanidad colectiva», escribió Juliette Touma, directora de comunicaciones en X. Señaló que la crisis había sido alimentada por «intentos deliberados de reemplazar el sistema humanitario coordinado por la ONU a través de la GHF con motivaciones políticas» que, subrayó, «trae deshumanización, caos y muerte».
En las últimas horas, el hambre ha matado a al menos siete palestinos, según informó el Ministerio de Salud de Gaza ayer, lo que eleva la cifra a 258, incluidos 110 niños.
La ONU volvió a alertar de que uno de cada cinco menores en Gaza está desnutrido y que decenas de miles dependen de comedores sociales, cuyas pequeñas porciones de comida pueden ser su única comida del día.
Además, el Ejército mató en distintos ataques a 57 palestinos, 38 de los cuales buscaban comida para sus familias, lo que eleva el número total de palestinos a los que Israel ha matado desde octubre de 2023 casi 61.944, aunque decenas de miles de cuerpos siguen bajo los escombros.
HUELGA EN ISRAEL
Cientos de miles de manifestantes, según una estimación del Foro de las Familias de Rehenes, se congregaron anoche en Tel Aviv para exigir un acuerdo de alto el fuego con Hamas que ponga en libertad al medio centenar de cautivos que permanecen en Gaza. La marcha cerró una jornada de protesta y huelga general -con un seguimiento casi nulo en sectores como el comercio y el transporte- en contra de la decisión del Gobierno de expandir la ofensiva y ocupar Ciudad de Gaza, porque pone en riesgo la vida de soldados y de cautivos, en lugar de negociar un acuerdo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a quienes secundaron la huelga de ayudar a Hamas con este paro «endureciendo su posición», así como de retrasar la liberación de los cautivos.
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