Fue una pena comprobar que el ciclista bretón de Groupama David Gaudu no lleva el número 46, como Valentino Rossi, pero lo cierto es que el ganador de la tercera etapa de la Vuelta logró este triunfo -la tercera victoria parcial en la ronda hispana de su carrera- haciendo un homenaje a Il Dottore.

La llegada a Ceres, el último final de etapa de la Vuelta en suelo italiano, fue en una cota de cuarta categoría sin mucha pendiente, pero estrecha y revirada, en la que los Lidl Trek llevaron el sprint a toda velocidad, con el propio Gaudu y un Jonas Vingegaard pletórico como únicos capaces de discutir la victoria de Mads Pedersen.

Pero en una operación de pilotaje más digna de Moto GP que de ciclismo, David Gaudu superaba a sus rivales en la última curva, una herradura estrechísima a derechas en la que superó a Pedersen y Vingegaard con un «interior» digno del maestro Rossi o cualquier otro as del motociclismo.

A la salida de la curva, el ciclista nacido en Landivisiau encontró un impulso mayor y una inercia favorable para lanzarse a la meta con el cielo abierto y lograr una victoria que el propio Gaudu calificaba como sorpresa al encontrarse mejor de lo que esperaba.

ZAFARRANCHO DE SALIDA

La última etapa por suelo italiano en su totalidad ofreció un recorrido breve pero escarpado de media montaña y un final elevado interesante. La salida fue peculiar, literalmente al sprint. Apenas el director bajó la bandera, un grupo salió de estampida de la pequeña localidad de San Maurizio Canavese. Fueron cuatro quienes sobreviviron a esta primera criba de delante: Quinn, Verre, Van Boven y Gamper, pero controlados por el Lidl Trek del favorito del día, el danés Pedersen.

El Lidl Trek fue engullendo a todos los fugados y causando estragos en el pelotón. Pero una maniobra digna de Valentino Rossi de Gaudu les chafó el plan.