La lehendakari navarra, María Chivite, defendió ayer la labor que realiza la comisión de reconocimientos derivada de la ley de víctimas policiales, destacando que se trata de un órgano independiente y formado por expertos.

Chivite realizó estas declaraciones en una comparecencia en el Parlamento solicitada por UPN al inicio del curso político, enmarcada en su estrategia de embarrar el terreno de juego. Javier Esparza, portavoz de este grupo, acusó a Chivite de haber aceptado estas comisión como pago del sostén de EH Bildu a su Gobierno con el objetivo de «blanquear la actividad de la izquierda abertzale».

VISTO BUENO DEL TC

La lehendakari recordó que esta comisión nace de una ley aprobada por el Parlamento navarro que fue recurrida ante el Tribunal Constitucional español, pero que este órgano la avaló con limitaciones.

Junto a ello, destacó que todas las decisiones de la comisión se toman por unanimidad, «lo que es una garantía para eliminar dudas sobre los reconocimientos», y que trabaja de manera independiente, hasta el punto de que la presidenta solo conoce los informes al mismo tiempo que el conjunto de la sociedad, cuando se hacen públicos.

Tras proclamar que «ETA desapareció porque la democracia actuó», señaló que, «al mismo tiempo, hubo denuncias de vulneraciones por prácticas ilegítimas de funcionarios públicos. Esto también existió». «Se busca reparación y verdad. No se buscan victimarios, como estableció el Tribunal Constitucional. No es un tribunal, sino una labor administrativa», señaló antes de anunciar que están elaborando «una nueva ley de víctimas del terrorismo».

UPN: «COLADERO DE BILDU»

Para Javier Esparza, «el principal deterioro en la democracia en Navarra es la izquierda abertzale». Añadió que la comisión es «política, no técnica ni plural». «Es un coladero que ha comprado el lenguaje de Bildu y acepta todo. Es una comisión política en la que manda Bildu y que le permite construir un relato que es nocivo. Usa un lenguaje que antes solo leía en el GARA», añadió.

Ainhoa Unzu (PSN) destacó que el reconocimiento se limita a unos hechos concretos y no supone ni un premio ni un homenaje ni un blanqueo.

AZNAL: «PASO IMPORTANTE»

Laura Aznal (EH Bildu) puso en valor el reconocimiento que realizó Chivite de las víctimas de violencia policial y de que la tortura ha sido una práctica durante años. «Se está mostrando la punta del iceberg de una realidad más amplia».

Pablo Azcona (Geroa Bai) mostró su orgullo porque «un cambio de gobierno impulsó el reconocimiento de todas las víctimas» y Carlos Guzmán (Contigo-Zurekin) destacó que la ley repara vulneraciones de derechos fundamentales y que también se ha aplicado a militantes del PCE y CCOO.