ELA desveló ayer un informe de la Inspección de Trabajo en el que, asegura este sindicato, se expone que en el ERE presentado por BSH «no concurren las causas organizativas y las productivas alegadas son desproporcionadas». Recuerda este sindicato que el ERE fue «avalado por UGT, CCOO, Atiss y Solidari, y respaldado por el Gobierno de Navarra» y que «ha supuesto la pérdida de mil empleos en una empresa con beneficios». LAB y ELA se opusieron al ERE.

En lo referente a las causas productivas, el informe especifica que «a juicio del inspector actuante, la extinción de los 609 contratos en el centro de Esquíroz no resulta razonable en cuanto a su proporcionalidad y adecuación a los fines que se pretenden conseguir».

Para ELA, este documento es «especialmente relevante», al ser un órgano externo el que ha confirmado «lo que el sindicato viene defendiendo desde el inicio: que el ERE no estaba justificado». E insistó en que el despido colectivo acordado con UGT, CCOO, Atiss y Solidari «impidió que las causas pudieran ser discutidas en sede judicial».

Del mismo modo, ELA censura la postura del Gobierno navarro que «pocos días después de finalizar el periodo de consultas, a través del vicepresidente primero Félix Taberna, mostró su satisfacción por el supuesto respaldo mayoritario de la plantilla a las condiciones del despido».

ELA tildó esta valoración de «incomprensible», pues ha supuesto la pérdida de un millar de puestos de trabajo, entre directos e indirectos, «en una empresa con beneficios y un importante reparto de dividendos, y cuando la propia Inspección de Trabajo señala que no concurren las causas alegadas».

ELA reitera su rechazo al despido colectivo, una decisión que considera «una sangría histórica» para unas personas que «han perdido su empleo en las peores condiciones, sin que parezca haver importado a nadie».

El 78% de la plantilla de BSH aprobó en referéndum el preacuerdo suscrito por UGT, CCOO, Atiss y Solidari, al que se oponían LAB y ELA. De este modo se aceptó el mayor ERE de extinción realizado nunca en Nafarroa, después de meses en los que los trabajadores protagonizaron movilizaciones multitudinarias y un proceso de negociación en el que denunciaron la empecinada actitud mantenida por la dirección de la empresa.

El acuerdo establecía indemnizaciones para los menores de 55 años de 45 días por año trabajado, sin tope de mensualidades, y una paga de 1.500 euros por año trabajado; y prejubilaciones para los mayores de 55 años.