Amaia U. LASAGABASTER
REAL

La Real se prepara para estrenar su nueva casa, un premio y un compromiso

El nuevo campo junto al edificio Izan se abrirá por primera vez el sábado para acoger el encuento de Liga F que enfrentará a Real y Sevilla. La inversión convierte a Zubieta en un «entorno para seguir creciendo y mejorando», en palabras de Nerea Eizagirre.

Eizagirre y Moraza charlaron ayer con la prensa en Zubieta.
Eizagirre y Moraza charlaron ayer con la prensa en Zubieta. (Gorka RUBIO | FOKU)

La Real se reencontrará el sábado con su afición por primera vez esta temporada y la cita se presenta más especial que nunca porque el choque que disputará con el Sevilla será el que inaugure oficialmente su nueva casa.

El Z7 ya es historia y ahora también lo es el «exilio» de los últimos meses en el José Luis Orbegozo. Como en toda casa nueva, faltan retoques por aquí y por allá, pero el equipo de Arturo Ruiz ya puede jugar en el nuevo campo de Zubieta. Miniestadio de Zubieta, con un graderío para 4.000 espectadores que casi triplica el aforo anterior, más comodidades e infraestructuras acondicionadas para, por ejemplo, las retransmisiones televisivas.

Aunque el nuevo campo, compartido con el Sanse, solo es una parte del nuevo espacio con el que cuenta la sección femenina del club. La joya de la corona, en este caso exclusiva, es el edificio Izan. Dentro de la profunda reforma a la que se está sometiendo desde hace tres años a las instalaciones de Zubieta, que incluyen la remodelación de los edificios Gainditu y Gorabide o el campo de hockey hierba entre otros, la mayor inversión se ha destinado a Izan, hasta alcanzar los 15 millones de euros. El resultado es el nuevo campo y un edificio de 4.500 metros cuadrados repartidos en tres plantas donde se pueden encontrar vestuarios, oficinas, gimnasio, sala médica y de fisioterapia, sala de vídeo y de prensa, comedores o una pista polivalente de tecnificación de última generación, además de vestuarios para los filiales, los eqipos visitantes y los equips arbitrales o un parking subterráneo. Se ha querido, en definitiva, dotar al fútbol femenino de las mismas condiciones de trabajo que al masculino.

UN GRAN PASO ADELANTE

Ya conocen Izan, donde pudieron empezar a trabajar en enero, y las txuriurdines están deseando ahora inaugurar el nuevo campo. «Estamos centradas en nuestro trabajo, pero es verdad que va a ser muy especial. Tenemos muchas ganas», reconoce Nerea Eizagirre.

La capitana cree que las nuevas instalaciones son un «premio» pero también conllevan una responsabilidad. «Hemos trabajado mucho para conseguir lo que tenemos, el club ha dado pasos adelante y esto es un premio», considera Eizagirre, que asegura que las futbolistas «estamos muy agradecidas» y reconoce que «ahora nos queda tener buenos resultados, devolverles todo lo que están haciendo y disfrutarlo». Y cree que, precisamente, contar con unos medios como los actuales lo hará más factible poque Zubieta se ha convertido en «un entorno para seguir creciendo y mejorando».

Si Eizagirre ha seguido la evolución de los últimos años en primera persona, Ainhoa Moraza se ha encontrado con una Real muy diferente a la que dejó cuando se marchó al Athletic hace una década. «En el Zubieta que yo conocí, las chicas no teniamos un sitio para nosotras, pero el club ha hecho todo por que también seamos protagonistas en la Ciudad Deportiva. Poco a poco ha ido apostando por nosotras y por las instalaciones. Me siento afortunada. Creo que el trabajo que hemos ido haciendo está teniendo sentido. Creo que tenemos todos los medios a nuestra disposición», asegura la futbolista, que reconoce su «orgullo por poder disfrutarlo y ver cómo ha avanzado la Ciudad Deportiva y además ahora poder vivirlo en primera persona».



De veinte jugadoras a cuatro equipos

Hace ocho años, la Real afrontaba su 12ª temporada en la elite con veinte jugadoras. El salto desde que naciera, trece antes, ya había sido considerable pero el posterior ha sido mayúsculo, tanto en lo que respecta a resultados -la Copa, las finales, la Champions...- como en lo concerniente a la inversión, aunque ambos están, por lógica, íntimamente ligados.

Si entonces se hablaba del «equipo» femenino, hoy hay que hacerlo de la «sección». Y es que ya son cuatro los equipos que visten la camiseta txuri-urdin. En la temporada 2018/19 echó a andar el filial, que compite ahora en 2ª RFEF y tres años más tarde llegó el turno del tercer equipo, que esta temporada competirá por primera vez en 3ª RFEF. En Cadete de Honor, por último, compite el cuarto equipo, que nació hace dos años.

Por debajo, el trabajo con la mayoría de los clubes del territorio. Y por encima, los frutos: Intza Egiguren se convirtió el pasado enero en la primera futbolista que debutaba con el primer equipo tras haber pasado por los dos filiales. A.U.L.