Mario Beistegi Torrecilla
GUTUNAK

Fagor-Eroski

Fagor era noticia junto a Eroski desde hace bastante tiempo, pero Fagor lo es en especial últimamente por el miedo a la pérdida de un buen número de puestos de trabajo de forma directa y otros de forma indirecta. Toda esa gente afectada, o en riesgo de serlo, tiene todo el derecho del mundo de quejarse y pedir soluciones a su situación. La prensa en general habla mucho de ello, pero hay otro sector de gente que sin comerlo ni beberlo se ha encontrado en una situación igualmente injusta y problemática. Me refiero a aquellas personas que un día determinado decidieron hacerse con aportaciones de Fagor (yo soy uno de ellos) por consejo y engaño de unos asesores de Caja Laboral Popular a la sazón, Laboral Kutxa actualmente.

Tengo casi 59 años de edad, 38 años cotizados a la Seguridad Social después de trabajar en cuatro empresas diferentes. Después de cobrar una compensación de cierta importancia en una de ellas, me «asesoraron» en Laboral Kutxa para comprar acciones de Telefónica. Tras unos años (no muchos) perdí un porcentaje de mi inversión (sabía que podía ocurrir porque la Bolsa es así), por lo que decidí cambiar de sitio mis ahorros y volví a solicitar asesoramiento a la misma entidad, no sin antes recordarles que no quería riesgos. Tras ponérmelo todo muy bonito, me dijeron que la mejor opción era comprar aportaciones Fagor porque me daban unos intereses anuales garantizados y podía recuperar íntegramente mi dinero en cualquier momento. Cuál es mi sorpresa que el verano de 2012 la información sobre mis fondos dio un vuelco tal que me encontré con que no tenía todo mi capital ahorrado, sino casi la mitad. Tras los últimos acontecimientos, ese fondo es el 10% de lo que ingresé.

Mis ahorros a la puñetera basura, por no decir otra cosa que suena peor y es poco decorosa. Toda la prensa habla de los trabajadores y de su futuro, yo soy un trabajador como ellos y en este momento inmerso en un ERE que me convierte en casi un mileurista, pero nadie habla en la prensa de mí y de muchos otros en la misma situación.

¿Qué van ha hacer el Gobierno Vasco, Fagor Electrodomésticos, Laboral Kutxa, etc. con esta otra situación? Me temo que nada, pues parece que no somos ni mediáticos, ni trabajadores con situación precaria ni nada que se le parezca. Quiero transmitir desde aquí la necesidad de una solución también para los que sin ser trabajadores de Fagor nos encontramos inmersos en el problema.