Aritz INTXUSTA

Los «dueños» de Nafarroa comparten ideología y copan lo público y privado

Cuando se habla sobre la estructura del poder en Nafarroa, acostumbra a utilizarse el término «el régimen». Pero este «régimen» tiene caras y nombres y extiende sus tentáculos más allá de lo político, acaparando empresas e instituciones que crean opinión.

«¿Pero aquí quién demonios manda?». Esta es una pregunta que la ciudadanía se hace reiteradamente, aunque a veces emplee términos más gruesos. La misma duda aflora una y otra vez, porque, a cada poco, el Gobierno toma decisiones incomprensibles o en las que se intuyen favoritismos más bien poco disimulados. La respuesta genérica de nombrar unos partidos o culpar a «políticos y banqueros» se queda corta. Porque lo es.

ELA organizó ayer una charla bajo el título «La Navarra eterna», donde el filósofo Ignazio Aiestaran, el sociólogo Ricardo Feliú y el periodista de investigación Patxi Zamora intentaron ahondar en la cuestión, poniendo nombres y caras al poder en Nafarroa, y describiendo cómo son realmente estas personas.

Feliú, que lleva ya más de una década estudiando a quienes ostentan el poder en Nafarroa, calculó que la élite de Nafarroa está compuesta por entre 90 y 110 personas. Este grupo se compone de gente que proviene la dirección de empresas, de los altos cargos de la administración, de empresas públicas y de la esfera «intelectual» generadora de opinión. No obstante, van saltando de un puesto a otro, sin que se note ninguna división entre lo público y lo privado.

Algunos ejemplos de élite

A modo de ejemplo, el sociólogo citó los casos de Íñigo Alli, que pasó por Morgan Stanley y la CAN antes de ser nombrado consejero de Bienestar Social, y Marta Vera. Esta segunda también proviene del mundo de las finanzas y ha acabado recalando en la Consejería de Salud. Es decir, ambos treparon en la empresa privada para acabar después en puestos que no tienen nada que ver con su especialidad. Feliú omitió que, en realidad, Alli es biólogo y se reconvirtió en banquero tras un curso de tres meses en el IESE. Y que Vera tiene la ventaja de estar casada con el letrado Eduardo Ruiz de Erenchun, hijo de un exsenador que también fue decano del Colegio de Abogados de Iruñea.

El sociólogo aseguró que Nafarroa tiene unas leyes de incompatibilidades bastante estrictas en comparación con otros puntos del Estado. Pese a ello, el caso del consejero Luis Zarraluqui es la prueba de que sirve más bien de poco esta legislación. Zarraluqui medró en la Administración vinculado a la concesión de Obra Pública, para después dejar su puesto e integrarse en dos importantes constructoras (Larcovi y MRA). Posteriormente, regresó al Gobierno de Nafarroa como consejero de Fomento.

Según expone el profesor de la UPNA, el centenar de personas que controla Nafarroa comparte una ideología neoliberal muy concreta y la mayoría están marcados por su procedencia del mundo de las finanzas así como su relación como la Escuela de Negocios del Opus Dei (IESE). De otra parte, sostiene que apenas ha habido caras nuevas dentro de la gente que controla los poderes económicos y políticos, si bien es cierto que la relación entre unos y otros se ha tensado.

«Incompetentes y paletos»

Patxi Zamora, que es portavoz de Kontuz, aseguró que la élite navarra se caracteriza por ser «incompetente y paleta». En solo unas semanas, Zamora presentará un libro del que desveló poco más que su título, «El banquete», y que estará firmado por el equipo de investigación de Kontuz. El periodista señaló que UPN y PSN han creado un bipartidismo que recuerda al chinchón, «donde uno roba mientras el otro mira». Zamora escribió en su día un libro sobre el «caso Urralburu» y asegura que pecó de inocencia. «Cuando estalló el escándalo yo pensé que esto iba a cambiar y que se impondría un mayor control, pero no fue así», aseguró.

El periodista enumeró varios focos de poder ocultos en Nafarroa, como los llamados «navarros de Madrid», donde se encuentran personajes como Florencio Lasaga (Corte Inglés) y otros apellidos «ilustres» como Sagardoy o Portillo. Amén del poder de Antonio Catalán (AC Hoteles) o algunos de los hombres fuertes de Diario de Navarra, como los Irujo o los Arraiza. Zamora consideró que buena parte de ellos son «idiotas morales» porque solo saben medir sus actos como «legales e ilegales», pero han perdido la capacidad de discernir si están obrando bien o mal.

En la charla también tomó la parte Aiestarán, a quien el Ayuntamiento de Iruñea censuró una charla. Él describió a grandes rasgos cuál es la ideología imperante en esa clase social, destacando para ello frases como la de Miguel Sanz de octubre pasado: «Conviene recordar que los parados no tienen ideología y, si la tienen, la cambiarían por un puesto de trabajo».

Aiestarán sostiene que estas élites asumen fácilmente postulados ultraliberales como los del filósofo Philippe Nemo, inspirador de la última exposición en la catedral, titulada Occidens, cuyos libros han sido traducidos por las FAES y cree que el libre mercado es, poco menos, que «un milagro».