Laboral Kutxa Baskonia en la Euroliga

Un triunfo con dedicatoria

Saski Baskonia anunciaba que Fabien Causeur padece una «anomalía renal», por lo que es baja de forma indefinida. Los gasteiztarras se enfrentan al peligroso Lokomotiv Kuban, vigente campeón de la Eurocup.

LOKOMOTIV KUBAN-LABORAL KUTXA

Más allá de las necesidades clasificatorias, hay veces que la motivación de cara a un inminente partido llega desde fuera. O desde dentro, como en el caso del Laboral Kutxa Baskonia. Fabien Causeur será baja de forma indefinida al detectársele una «anomalía renal», de forma que los pupilos de Sergio Scariolo ya tienen a quién dedicarle la victoria, si consiguen imponerse al Lokomotiv Kuban de Krasnodar.

«Desde Krasnodar queremos hacer llegar todo nuestro ánimo, amistad y calor a nuestro compañero Fabien Causeur, que se tiene que parar por tema de salud», manifestaba ayer el entrenador azulgrana, consciente de que se trata de «un golpe muy duro para nuestro equipo pero que nos tiene que hacer cohesionar y unir aún más».

Lo que en principio se diagnosticó como una gastroenteritis, se fue complicado con el clásico secretismo que suele protagonizar en estos casos la entidad gasteiztarra. Así, después de que empezase a circular un creciente «runrún» sobre que los problemas del escolta internacional galo no eran estomacales, sino algo más graves, Saski Baskonia decidía emitir un comunicado de prensa en el que se afirmaba que tras los análisis médicos pertinentes, «se ha detectado una anomalía renal en su organismo que afecta a su actividad física. Como consecuencia de estos resultados, el club, de acuerdo con el jugador, han decidido buscar una segunda opinión médica para valorar el diagnóstico».

Por este motivo, Causeur se someterá en los próximos días a un estudio complementario para contrastar su dolencia exacta, de forma que el club gasteiztarra prefería no estimar tiempo de retorno alguno.

Mientras Causeur trata de reponerse, la plantilla del Laboral Kutxa Baskonia vela armas ante un Lokomotiv Kuban más que peligroso. Pese a la pérdida de Nick Calathes, que juega en los Memphis Grizzlies, y la de Jimmy Baron, el conjunto de Krasnodar sigue jugando a lo mismo que lo llevó a imponerse en la Eurocup hace medio año: rotación corta, juego basado en el pick'n roll, pívots móviles y tiradores en las esquinas como el exbaskoniusta Simas Jaisatis o el croata Krunislav Simon. Un triple de este último sobre la bocina daba a la escuadra que dirige Evgeny Pashutin la victoria en el OAKA de Atenas, de forma que recibirán a los gasteiztarras llenos de confianza.

«Tenemos un enfrentamiento duro con un equipo no solo rico en talento sino también con cohesión y organización, que ya ha ganado con muchos de sus componentes juntos y eso siempre es un valor añadido importante», destacaba Scariolo.

En todo caso, el preparador de Brescia se mostraba convencido de que «sabremos competir, intentar proteger nuestra pintura defensivamente, que será una prioridad, y mover la pelota con inteligencia y paciencia, sobre todo ofensivamente, contra la característica defensiva del rival. Será una clave importante».

Naturalmente, desde las filas rusas no las tienen todas consigo. El preparador Pashutin declaraba en la previa que «ante todo, debemos controlar a Nocioni; él es el corazón y el alma del Laboral Kutxa Baskonia».

«Nuestro rival practica un juego fácilmente reconocible, con múltiples contragolpes y juego de bloqueo y continuación. Por nuestra parte, deberemos controlar los rebotes y asegurar la circulación del balón. Si lo conseguimos, nuestras opciones de ganar serán mucho mayores», añadía.

Otro de sus pilares, Richard Hendrix, MVP de la pasada final de la Eurocup ante Bilbao Basket, subrayaba que «en el último partido de la Euroliga en nuestra cancha -ante Maccabi- no impusimos nuestra condición de locales -perdieron por 58-73-. Pero si queremos aspirar a jugar el Top 16, ganar será imprescindible».

Última jornada de la primera vuelta

El encuentro de esta tarde es la última de la primera vuelta. Laboral Kutxa Baskonia busca imponerse en la cancha del Lokomotiv Kuban en previsión de que le será más fácil sacar un buen resultado del Basket Hall de Krasnodar que del Nokia Arena -La Mano de Elías- la semana que viene, ya que el plantel gasteiztarra inaugurará la segunda vuelta de esta primera fase en la cancha del Maccabi.

Esa misma era la teoría que llevaba consigo Walter Hodge. El base portorriqueño declaraba que «tenemos que imponernos en Rusia. La «fanaticada» de allá no aprieta mucho, así que parece más sencillo que en otras canchas».

Por lo demás, el jugador boricua sigue sin alcanzar su mejor nivel con la elástica baskonista. En la previa al duelo de hoy, Hodge explicaba que «cuando estás en un grupo tan talentoso como el nuestro, tienes que adaptarte a él. Por ahora el entrenador me pide que dé un poco más de defensa y que controle mejor el grupo, lo que está pesando un poco en mi juego. Pero no estamos aquí para otra cosa que no sea ayudar al equipo lo más que pueda para llegar bien arriba». A. G.