Gloria LATASA
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AZKEN PUNTUA

Ríos atmosféricos

Este final de semana la irrupción de aire llega del norte y ocasionará precipitaciones abundantes, un descenso importante de la isocero, de las temperaturas, de la cota de nieve...

La presencia de una masa de aire frío sobre un amplio espacio geográfico, unas temperaturas -tanto las máximas como las mínimas- con valores muy por debajo de los normales para la época, grandes nevadas y heladas y que todo esto se mantenga durante, al menos, dos días, es lo que se necesita para poder decir que estamos ante una auténtica ola de frío. Una situación meteorológica que en nuestras latitudes suele producirse entre los meses de noviembre y abril, aunque se repite con más frecuencia en enero y febrero.

Este final de semana recibimos al primer episodio de frío y nieve otoñal, según nos han ido anunciando los diferentes servicios meteorológicos. La irrupción de aire llega del norte y ocasionará precipitaciones abundantes, un descenso importante de la isocero, de las temperaturas, de la cota de nieve... El responsable no es otro que un anticiclón situado entre las Azores e Irlanda que, desde esa posición, va a enviar el aire frío hacia el norte peninsular, Baleares y, sobre todo, Pirineos.

Nada que ver con la gran invasión de aire gélido que se produjo en Europa en una de las olas de frío más severas que se conoce, la de febrero de 1956. En aquella ocasión recorrió todo el continente una gran masa de aire llegada del noreste (Rusia europea y Siberia), conocida como el «expreso siberiano». El término expreso meteorológico se refiere a una «cinta» de aire, concentrado en capas bajas, transportada de su región de origen a otra, a la que impone su temperatura y humedad.

Otro curioso expreso meteorológico, que pone en movimiento aire desde las proximidades de Hawai, es el que se conoce como «expreso de la piña» (Pineapple Express). En este caso, el aire húmedo de los trópicos se dirige hacia la costa oeste de los Estados Unidos y Canadá meridional, donde suele causar importantes precipitaciones.

Dado que una de las tareas principales de los expresos meteorológicos consiste en el transporte horizontal del vapor de agua en las latitudes medias, estas cintas de aire han pasado a ser conocidas por el más adecuado nombre de «ríos atmosféricos» (AR, en inglés).