Liga Asobal

Artaleku lo hace posible

Bidasoa perdía por cuatro en el minuto 36, pero entre Azkue, Alvarez y el público forzaron la remontada.

BIDASOA 25

VILLA DE ARANDA 24

Si Artaleku ruge con la intensidad de ayer, Bidasoa puede cimentar la permanencia en casa. El público que llenó ayer las gradas apoyó a sus jugadores cuando perdieron la brújula al inicio de la segunda mitad, y les proporcionó la energía que necesitaban impidiendo que aflojaran en ningún momento. El esfuerzo tuvo su premio a cuatro segundos del final, cuando Crowley batía desde los siete metros a un desdibujado Javi Díaz, asegurando la primera victoria y desatando la euforia en la pista y la grada. Solo son dos puntos, pero hay material para crecer.

La victoria permitirá además repasar el video del partido desde otra perspectiva. Se puede decir que Bolea tiene más problemas desde ayer. Hasta ahora la plantilla era tan corta que no se le podían exigir resultados, y jugaban todos porque apenas había nada en riesgo. A partir de ahora sí, porque con la recuperación de Alvarez, la llegada de Milosevic -aunque evidenció que aún le falta mucho para adaptarse al equipo, tiene cosas que aportar y puede marcar goles importantes-, y cuando se reincorpore Vidal, Bolea va a tener que afinar mucho con los minutos que concede a cada jugador y los momentos que elige, porque quedan muchos partidos como el de ayer, que se decidirán in extremis, no todos se jugarán en Irun, y cada detalle cuenta. Lo bueno es que Bidasoa tiene buena pinta, y la permanencia ya no es solo un sueño.

La presencia de Milosevic en el equipo inicial restó fluidez al ataque bidasotarra, demasiado centrado en buscar soluciones desde sus dos laterales y sin explorar vías como las del pivote, que hasta ahora le habían dado buen resultado. La suerte es que Zubiria empezó inmenso en la portería, aunque su defensa no le ayudó lo suficiente en los rechaces, y cuatro de los nueve remates que repelió en el primer tiempo volvieron a caer en manos burgalesas, que en segundas jugadas lograron tres goles.

Los empates se sucedían, hasta que en el tramo final el técnico visitante metió a Martínez para jugar junto a Camino con dos centrales fintadores y un lateral, lo que le valió para irse al descanso con dos goles. En la reanudación Villa de Aranda volvió con el mismo siete, mientras Bolea introducía a varios jugadores que apenas habían tenido minutos. Y sobre todo el extremo Esteban, muy destacado ayer, se aprovechó de su superioridad física sobre Cavero. Cuando la ventaja llegó a 4 goles el partido se complicó mucho.

Zubiria había perdido la inspiración (y eso que había parado su segundo penalti, con rechace que volvió también al rival), pero entonces surgió la casta de Azkue para acercar al Bidasoa en el marcador, y luego apareció Alvarez, que corrigió sus tiros en suspensión tras dos blocajes en el primer tiempo y se convirtió en un huracán. Los jugadores hicieron lo suyo, y el público echó el resto. Con esta afición se sumarán puntos en Artaleku.