Aitor Sola, Aitor Idiazabal, Ibai Moreno (*)
KOLABORAZIOAK

Respeto, convivencia y diversidad

Estos días hemos comprobado que hay muchísima gente que no está por la labor de que esta ciudad se construya a golpe de porras, prohibiciones, resoluciones y juicios políticos

Aquella mañana del 6 de julio de 2010 nos despertamos como es habitual ese día, rebosantes de alegría e ilusión. Con las ganas de disfrutar, junto a vecinas, vecinos y visitantes de nuestras fiestas y de nuestra cultura. Y qué mejor forma de empezar a hacerlo: almuercico, a la plaza del Ayuntamiento y a ondear la ikurriña. Ese fue nuestro plan y el de cientos y cientos de iruindarras más.

El ambiente en la plaza era excepcional: los cánticos, zarandeos y alegría en general, la expectación del inicio de la fiesta y la ilusión de mucha gente también de ver la ikurriña en la plaza. Vamos, con total normalidad; jolgorio y alegría. En ese ambiente entre cánticos y bailes andaba la ikurriña también antes de desplegarla del todo. En ese preciso instante, la Policía municipal entró en la plaza (otros de paisano esperaban dentro) con material ilegal, golpeando y creando momentos de pánico, con el único fin de arrebatar el derecho que la sociedad de Iruñea tiene de mostrar un símbolo que siente suyo. No les basta con censurarla y prohibirla mediante la ley de símbolos, ¡no!; porras extensibles de hierro, puñetazos y decenas de personas heridas. A consecuencia de las situaciones que se vivieron por la brutal intervención policial, una persona resultó gravemente herida.

Pero la represión y persecución contra la ikurriña no quedó ahí. Siete meses despuésfuimos detenidas 16 personas en una operación dirigida por la Policía municipal. Después de las medidas cautelares, fianzas y todo tipo de criminalizaciones, 13 personas seremos juzgadas entre los días 18 y 22 de noviembre. Y las peticiones a que nos enfrentamos oscilan entre 33 y 160 años de cárcel y una indemnización que va de 150.000 a 350.000 euros. Ese es el castigo que se quiere poner al despliegue de la ikurriña.

Pero ante esta cruda realidad que se nos quiere imponer a nosotros y a la ciudadanía en general, estos días hemos comprobado que hay muchísima gente que no está por la labor de que esta ciudad se construya a golpe de porras, prohibiciones, resoluciones y juicios políticos. Aunque UPN sigue en las mismas de siempre, en esta ciudad las cosas están cambiando y mucho. En este sentido queremos destacar las movilizaciones y las muestras de apoyo que estamos recabando de cientos y cientos de personas, agentes sociales y políticos.

Queremos subrayar que estos últimos días hemos estado con agentes sociales, políticos y ciudadanía en general. En este sentido, el arrope y solidaridad que hemos sentido nos demuestran claramente que la ciudadanía apuesta por soluciones y no por crispaciones ni castigos. También los agentes sociales con los que hemos podido estar han compartido nuestro análisis: es hora de construir la convivencia de esta ciudad en base al respeto de los derechos de toda su ciudadanía. También hemos estado con los partidos políticos del Ayuntamiento de Iruñea; en este ámbito la solidaridad también ha quedado patente. Aunque a nuestro entender la actitud (poco responsable) de algunos partidos políticos del Ayuntamiento de Iruñea, hoy por hoy, no pasa de las poses y «buenas» palabras.

Esperamos que en un futuro no muy lejano, las necesidades de la ciudadanía de Iruñea prevalezcan a otros intereses. Queremos destacar nuestro más firme compromiso para la construcción de una convivencia basada en el respeto de todos los derechos para toda la ciudadanía. En ese sentido, la situación de excepción (con la conculcación sistemática de los derechos de la ciudadanía) que se nos impone hoy en Iruñea necesita, más allá de respuestas puntuales, la construcción de una alternativa que ponga fin a todos estos atropellos.

En este sentido, el juicio que empieza este lunes, aparte de ser un obstáculo para la construcción de esos puentes que nos lleven al entendimiento primero y el trabajo en común después, también debería de servir como punto de inflexión en la defensa de los derechos de la ciudadanía. Que nadie tenga la menor duda: las personas que nos sentaremos en el banquillo del juzgado nos comprometemos con los derechos de toda la ciudadanía, estamos dispuestas a trabajar por la convivencia, a trabajar por la Iruñea de todos y todas.

(*) Firman también: Aitor Sola, Aitor Idiazabal, Ibai Moreno, Imanol Salinas, Nahia Ojeta, Joseba Erize, Koldo Sanchez, Jesus Barcos, Sergio Cañamero, Asier Huarte, Bordat Arrizibita.