Arnaitz GORRITI
Laboral Kutxa Baskonia

La alegría que da cuando todos rinden

Aunque Hamilton se vistió de corto, no jugó, pero los interiores baskonistas se manejaron bien. Con todo, los diferenciales fueron los bases Heurtel y Hodge.

LABORAL KUTXA BASKONIA 82
UNICAJA 75

El triunfo sobre Unicaja es el éxito más grande que ha cosechado este Laboral Kutxa Baskonia de Sergio Scariolo en la Liga ACB Endesa. Aunque siguen habiendo muchas cosas por corregir, la plantilla gasteiztarra se impuso desde la aportación global, siendo este aspecto lo que más debe enorgullecer tanto a la parroquia como al propio cuerpo técnico.

Unicaja, aunque no tuvo su mejor día en defensa -al igual que los baskonistas, deben mejorar urgentemente esa defensa en zona 2-3-, se presentó como un rival peleón, y que nunca le perdió la cara al partido. Sus bases Calloway y, sobre todo Granger, vivieron un día horroroso, pero mantuvieron sus opciones hasta el último minuto, hasta que un pase bombeado de Heurtel a Pleiss se convirtió en el triple de la victoria del galo.

Fueron los bases los principales motores del triunfo local. Heurtel pudo marcar su ritmo, mientras que Hodge se empezó a encontrar a sí mismo a través de la anotación. En el juego interior, aunque Caner-Medley campaba a sus anchas y Fran Vázquez también hizo daño, el trío de pívots Pleiss, Diop -el carácter de este chico le hará ganarse técnicas y broncas a espuertas, pero seguirá sin arredrarse ante nadie, como ayer frente a Stimac- y Milko Bjelica supo manejarse sin que se echaran de menos ni a Nocioni ni a Hamilton que, aunque se cambiara, no saltó a la cancha. El de ayer no era un partido para flaquear, ya que el Laboral Kutxa Baskonia se encontró ante un equipo muy parecido, tanto en posibilidades como en defectos.

Los malagueños dieron muchos problemas a través de su rebote ofensivo, así como por el dinamismo de Dragic y Sergi Vidal, mientras que los gasteiztarras replicaban con chispazos de San Emeterio y Jelinek, o la contundencia de Tibor Pleiss.

Llegaba la hora de la verdad con dos triples de Hodge. Empataba Vidal a 70 con un triple, pero los locales decantaban el partido con un parcial de 7-0, cerrado por el «pase triple» de Heurtel. Pero ante todo, mereció ver a todos aportando.