Indar Baskonia Hintxa Taldea, creado en 1986, emitía ayer un comunicado para «denunciar la campaña de acoso y persecución policial de la que está siendo víctima».

A raíz del último partido celebrado en Zurbano entre Laboral Kutxa Baskonia y Maccabi de Tel Aviv, Indar Baskonia denunciaba que «nuestro grupo se ha visto afectado por intervenciones policiales vergonzosas, absurdas, arbitrarias y circenses cuyo objetivo es acabar con uno de los referentes del baskonismo».

«Multas a miembros del grupo, pancartas y estandartes requisados sin previo aviso, medidas de control sistemáticas y desproporcionadas en los accesos a la Torre 5 por parte de la policía, identificación a quien quiera ondear una bandera y la retención, previo asalto al coche, de varios miembros del grupo tras el partido ante Maccabi», narraban en su comunicado.

Salto represivo cualitativo

Asimismo, añadían que «los últimos acontecimientos representan un paso represivo cualitativo y sin precendentes».

Por un lado, «la retirada y amenaza de sanción por una pancarta que se oponía al traslado a Florencia de la Mens Sana, escuadra con sede en Siena. La pancarta fue recibida con satisfacción en toda Europa menos en el Departamento de Interior».

Por el otro, tras tres semanas del Baskonia-Maccabi, «la Ertzaintza se presenta en el domicilio de dos miembros del grupo para identificarlos y procesarlos judicialmente por `sujetar un instante una pancarta contra el sionismo'. Un modus operandi poco apropiado de los `garantes de la seguridad y la libertad'».

Indar Baskonia considera «graves, irregulares y casi ilegales» estas últimas actuaciones, «teniendo en cuenta que el pro-blema de `racismo, xenofobia y violencia' es inexistente» en el basket. Finalizaba con el «compromiso» de seguir animando a su equipo.