Dirk Nowitzki sigue haciendo historia. Hace muy escasas fechas, superaba a Jerry West en el puesto 16 de los máximos anotadores de la historia de la NBA. En la última jornada, el ala-pívot alemán superaba a Reggie Miller, situándose en el puesto 15 del ránking.

Pero para el otrora Das Wunderkind -el «niño prodigio»- la anécdota de poco hubiera valido de no haber venido con victoria. Y con remontada. Los Mavs vencían a Houston por 123-120 después de voltear un 87-101 adverso. El alemán sumaba 23 puntos, 14 en el cuarto final, mientras que Calderón lograba siete puntos en el último período y Monta Ellis decidía en los ataques finales. Esa sí es forma de celebrar algo.

Debacle en Nueva York

Ser aficionado de los Nets o los Knicks supone aprender a sufrir. Las dos franquicias neoyorquinas comparten la última plaza de la División Atlántica con un balance de 3-8.

Brooklyn perdía por 95-91 ante los Charlotte Bobcats gracias a los 31 puntos de Kemba Walker, mientras que Nueva York caía en su feudo, 96-103, ante los todopoderosos Indiana Pacers. Los 35 tantos de Paul George pesaron más que los 30 puntos y 18 rechaces de un Carmelo Anthony cada vez más solo.

El líder del Oeste, San Antonio, ganaba con facilidad a Boston, 104-93, mientras que su perseguidor, Portland, se imponía por 82-91 a los Bucks, con 21 puntos de Aldridge.