Todo apunta a podios blancos mañana en la 36ª edición del Maratón Internacional de Donostia, que a partir de las 9.00 pondrá en marcha a 5.500 atletas repartidos en tres pruebas. Con la mayoría de los maratones del planeta rendidos a las exhibiciones africanas de distinto nivel, el único atleta de este continente presente en la cita vasca del que ha informado la organización ejercerá de liebre. Se trata del ugandés Simon Ayeko, subcampeón de medio maratón en su país y especialista en 3.000 obstáculos, contratado para tirar del grupo de cabeza hasta el km 28 y apoyar a Pedro Nimo, que regresa dos semanas después de ganar la Behobia.

El gallego, que sintió «vergüenza» cuando adelantó a Gebreselassie en un maratón de Berlín a sabiendas de que el genial etíope «tenía un día muy malo y yo pasaba por allí», tiene una extensa e intensa experiencia en pruebas de fondo, pero en esta ocasión se dedicará a tirar de los favoritos hasta el km 25.

Dos liebres de lujo para conducir hasta algo más de la mitad del recorrido a aquellos que han elegido la capital guipuzcoana buscando plaza para el Campeonato de Europa de Zúrich del próximo verano. Designado como Campeonato de España, la Federación Española de Atletismo incluirá en la lista del Europeo a los dos primeros, tanto en categoría masculina como en la femenina, siempre que establezcan las mínimas exigidas.

Serán menos de 2.13 para los aspirantes masculinos. Los catalanes Carles Castillejo y Nacho Cáceres, así como el extremeño Pablo Villalobos, vienen a por ella. Castillejo acude tras un intento frustrado hace seis días en Valencia, donde abandonó en el km 17 molesto con la organización porque no se habían dado las condiciones con las liebres para que él lograra un crono en torno a 2.09. Allí ganó el keniata Felix Kipkemboi, con 2.07:14, el mejor registro realizado en un maratón del Estado español.

Castillejo, además, entrena a Cáceres, que también viene con intenciones de ganar y no quiere perder de vista ni al debutante Lolo Penas, ni a Eliseo Martín. Algunos de ellos podrían relevar en el podio a los guipuzcoanos Asier Cuevas e Ibon Esparza, primero y segundo en la última edición y bastante asiduos, que de nuevo intentarán dejarse ver entre los mejores.

Estela Navascués también busca el billete de acceso el Europeo de Zúrich del próximo verano. Para conseguirlo necesita llegar a la meta del estadio de Anoeta en un tiempo máximo de 2 horas y 33 minutos y ser primera o segunda. Su mejor registro es de 2.35.40. La navarra debuta en este circuito donde correrá el quinto maratón de su vida. A sus 32 años es la principal favorita al triunfo. La tudelana lleva una década instalada en Soria y entrena bajo las órdenes de Abel Antón, que fue doble campeón mundial de la distancia. Navascués se va a encontrar con «viejas» rivales, que conocen muy bien esta carrera y además la han ganado empezando por la iruindarra Ana Casares, que disputa su décimo maratón y el último, la hondarribiarra Claudia Behobide, reciente vencedora de la Behobia, que sobre todo piensa en «disfrutar», y la aragonesa María José Pueyo, que en sus llegadas a Anoeta ha dejado una cuantas sonrisas pero también algunas lágrimas. El jueves se cayó de la lista la donostiarra Amaia Ostolaza, segunda en 2012, que finalmente ha causado baja por lesión.

Los récords de Timothy Cherigat (2.09.34) y Ana Isabel Alonso (2.26.51) parecen a salvo pese a las bondades de un circuito, en el que el pasado año el 69% de los atletas consiguieron mejorar su marca personal.

La meteorología invernal suele influir para peor sobre todo en las zonas expuestas al mar cuando sopla viento. Si esto no mejora lo podrán comprobar en unas horas los 5.500 inscritos en las tres ofertas, porque a la prueba grande se ha unido por primera vez un medio maratón , que será Campeonato de Gipuzkoa, y se mantiene la carrera de 10 kilómetros.