Andoni ARABAOLAZA
Himalaya Seismil

Un trío femenino crea una ruta en la noreste del Tengkang Poche

La rusa Galina Chibitok y las ucranianas Anastasia Petrova y Marina Kopteva realizan la primera ascensión de la arista noreste del seismil nepalí. A la nueva ruta le han llamado «War of Love»: VI, 6b, A2 (6A escala rusa). El trío pasó 19 días en la pared.

No cabe duda de que la ucraniana Marina Kopteva se ha convertido en una de las referencias mundiales en el alpinismo femenino. En estas páginas ya os hemos dado cuenta de algunas de sus notables actividades, como la de la pasada primavera en el Kyajo Ri (6.186 m, Nepal). Junto a su compañero Vladimir Belousov se hacía con una nueva línea, «Stealing Beauty» (6A escala rusa o VI, M6, 90º) en la cara este de la montaña.

Pues bien, podemos adelantar que la ucraniana ha terminado su temporada de expediciones con un resultado sobresaliente; y es que el pasado mes de octubre creaba junto a su compatriota Anastasia Petrova y la rusa Galina Chibitok una nueva vía en el hasta ahora virgen espígolo noreste del Tengkang Poche (6.500 m, Nepal). Efectividad total: dos aperturas en dos seismiles técnicos.

A diferencia de su expedición en primavera, en la que se ató la cuerda con un chico, en esta última actividad ha trabajado junto a dos compañeras. El resultado: «War of Love», 6A escala rusa o VI, 6b, A2. Dos kilómetros nuevos en la arista noreste de la montaña; una ruta considerada por Kopteva como «la ascensión más lógica y segura del murallón». Un dato que hay que tomar en cuenta: el mismo trío ya se dio a conocer hace dos años cuando abrió en 38 días una ruta de 2.580 metros en la Gran Torre del Trango.

La cordada femenina ya tenía conocimiento de la impresionante apertura que realizaron en el 2008 Ueli Steck y Simon Anthamatten. Esta cordada abrió en tan solo tres días y en estilo alpino una vía de 2.000 metros y grandes dificultades técnicas (VI, M7+ o M6-A0 y 85º). La norte del seismil cuenta con otra apertura, la realizada hace un par de años por un equipo japonés en plan «pirata». También se han llevado a cabo otros cinco intentos, más este último de la cordada femenina que ha conseguido su objetivo.

Mal tiempo

Kopteva, líder de la expedición, y sus compañeras Petrova y Chibitok se metieron en la pared el 22 de setiembre y, 19 jornadas más tarde, el 9 de octubre, pisaban la cima. En total, escalaron 25 largos y montaron nueve campos.

La verdad sea dicha, las alpinistas no tuvieron suerte con el tiempo. Según comenta Kopteva, las lluvias y la nieve fueron constantes: «La primera semana, por ejemplo, solo dejaba de precipitar entre la 6 y las 9 de la mañana. Además, la parte inferior de la ruta estaba muy sucia y de la superior caían muchas piedras. A partir de la sétima tirada comenzaron las verdaderas dificultades técnicas. Por lo tanto, el ritmo de la escalada fue más lento».

A partir de largo 11, toman un poco de respiro, ya que la escalada es bastante fácil, pero, eso sí, muy expuesta al peligro de aludes y caídas de piedras. De nuevo la pared se pone más tiesa, y escalan algunos largos tiesos de hielo y de nieve muy inconsistente que hacía casi imposible meter un buen seguro. Los largos técnicos se concentraron entre el 13 y el 16.

Durante la tercera semana de escalada tuvieron que esforzarse y mucho, ya que las características de la pared cambiaron. A parte de escalar en roca, superan duros tramos de nieve y hielo: «Sobre todo las tiradas 18 y 19 fueron muy duras. Unos 150 metros de couloir a 80º y A2. Seguimos escalando otros tramos de nieve y hielo hasta llegar a la reunión 25. Tras 400 metros de arista, llegamos a la cima».

Así pues, Petrova, Chibitok y Kopteva finalizaban la apertura el 9 de octubre. Según comenta la propia Kopteva, el final fue de verdadera extenuación: «Desde las últimas cuerdas fijas, pasando por la cima y el descenso, todo ello nos llevó 52 horas. Todas ellas sin parar y sin nada de comida. El descenso lo realizamos por la misma línea que escalamos. Hemos tenido que luchar mucho, no solo contra las dificultades técnicas y las condiciones de la pared, sino también con las inclemencias del tiempo. De 19 días en la pared, excepto dos los pasamos con mal tiempo; sobre todo nevó un montón. Las tres hemos llegado a la misma conclusión: esta última expedición ha sido la más dificil y la más aterradora de nuestras vidas. Por eso hemos llamado a la vía «War of Love»».

Por cierto, esta actividad es una de las 6 nominadas al Piolet de Oro de Rusia.

Uzun Brakk, una primera a un perseguido seismil del Karakorum

De un seismil a otro seismil, pero esta vez del Himalaya al Karakorum. Y es que después de 33 años del primer intento protagonizado por un grupo británico, los checos Ondra Mandula y Jiri Pliska se hacen con la primera del Uzun Brakk (6.422 m).

La cordada se decidió por la cara suroeste, pero unos grandes seracs les obligaron a apostar por el empinado y rocoso pilar oeste y luego, por corredores del hielo y nieve, atravesar a la cara noroeste para hacer cima de este seismil del Karakorum.

Los alpinistas checos escalaron en estilo alpino y necesitaron tres días para la ascensión. Montaron el segundo vivac justo en la cresta del pilar a 6.000 metros de altura. La nueva y primera vía del seismil, «At the Right Time in the Rihgt Place», tiene 1.600 metros de recorrido y dificultades técnicas de 6b, 70º, M5 y A1.

Escalaron 35 largos, todos en libre excepto 10 metros en artificial. No utilizaron jumars y todas las tiradas fueron escaladas por ambos alpinistas. Andoni ARABAOLAZA