Al menos 33 personas murieron ayer en una cadena de ataques en Bagdad y otras zonas de Irak, la mayoría con coche bomba. El suceso más mortífero causó la muerte de seis personas al estallar una bomba en el mercado popular del barrio bagdadí de Al-Amel, pero la explosión de diez coches provocó la muerte de al menos otras 27 personas en distintos puntos de la capital y del país. Esa ola de atentados se produjo después de que el sábado por la noche al menos nueve civiles murieran en una serie de ataques contra licorerías en el centro de Bagdad.