Eñaut BARANDIARAN Autor del blog Baloibatenatzetik.wordpress.com
RUGIDOS ROJIBLANCOS

El Athletic es la Copa medio llena

Volvía la Copa, la competición fetiche de los David de turno, clubes humildes, henchidos de orgullo y gradas supletorias, torneros, herreros y empleados de banca luchando a brazo partido contra millonarios prematuros, sorpresa tras sorpresa en los carruseles de las radios, gol del Soldado desconocido, cae un primera, caen dos primeras, héroes anónimos, la épica de la competición del KO en estado puro...

Ah, no, perdón, me he equivocado, que lo que volvía era la Copa Española, la del sorteo amañado para otro día de la marmota Real Madrid-Barcelona en la final, la que anuncia retirada de la mitad de sus equipos nada más conocerse los cruces, la de las eliminatorias a doble castigo para los clubes humildes, la de los suplentes ilustres que se arrastran por el campo, los estadios fantasmagóricos, la sede desconocida para la final y las obras en los baños del Bernabéu, etc. En resumen, no sé porque nos quejamos, al fin y al cabo es una Copa a la altura de la costrosa y parasitaria institución que le da nombre: una basura de competición para una basura de familia.

Por todo ello, tiene especial mérito el ejercicio de respeto, a sí mismo y a su historia, que ejerció el Athletic el pasado sábado en Balaidos. Apenas un par de novedades respecto al once que venció al Barcelona para iniciar un camino que parece no conducir a ninguna parte habla bien de Valverde y de su noción de lo que el Athletic debe ser, olvidándose de las rotaciones porque toca y los equipos desnaturalizados. El partido de Balaidos resultó un divertido oasis dentro de la mediocridad imperante en una competición que de momento parece no interesar a nadie, con dos equipos que apostaron desde un inicio por el ataque y un resultado injusto propiciado por tics del pasado más reciente que parecían superados: un clamoroso error defensivo transformado en gol, y una manifiesta inoperancia cara el marco rival, personalizada en los dos jugadores menos dotados cara a puerta de la línea de tres cuartos, Ander Herrera e Iker Munian.

Ciertamente, es casi de agradecer que el resultado de la ida genere cierta emoción para la vuelta, y que el Athletic vuelva a necesitar de San Mames y su épica para remontar una eliminatoria cuyo premio es, casi a ciencia cierta, seguir perdiendo el tiempo.